cuales eran los intereses de las potencias europeas en el modelo agroexportador argentina URGENTE
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Con respecto a la política europea debe indicarse que si bien el problema que conformaba la emancipación hispanoamericana se planteó en el concierto del orden internacional, antes de 1815, fue después de la caída de Napoleón cuando se convirtió en una candente preocupación, trascendiendo más allá del campo de batalla y de la misma España. Finalizadas las guerras napoleónicas, y ante los perentorios reclamos de España y los principios de restitución y legalidad sostenidos por la Santa Alianza, las cancillerías europeas tuvieron que tratar el problema.
Los intereses de las potencias fueron, desde el comienzo, diferentes y contradictorios.
Inglaterra condicionó su mediación en el conflicto en la medida que ella no afectara su política colonialista. Calculando sus intereses en estas latitudes, y aprovechando que su potencial marítimo bregara por conseguir la apertura de América al comercio internacional. En esto se encontró respaldada por los Estados Unidos. Ambos países unían el interés comercial y el político, tratando de evitar la dominación de otra potencia europea, salvo España, en América; evitando de esta manera la posible competencia económica. Aunque luego surgirán y desenvolverán las contradicciones y la competencia económica entre ambos, en ese instante Estados Unidos e Inglaterra aparecen como un frente político-económico ante las pretensiones europeas.
En cuanto a las potencias netamente continentales, como Francia, Rusia, Prusia y Austria, trataron, desde un comienzo de restituir las excolonias a España.
Cuando advirtieron la imposibilidad de que esto sucediera pensaron en instalar monarquías en América con príncipes europeos o en aconsejar a España el reconocimiento de la independencia. Con esa política esperaban que la última podría conservar en sus antiguas colonias ventajas de tipo económico sobre los otros países europeos.
Durante más de una década, las cancillerías europeas y americanas intercambiaban proposiciones y notas tratando de dar una solución al problema buscando una posición conciliable entre los más variados intereses. Sus gestiones, sin embargo, se encontrarán entorpecidas en primer término por la irreductible posición de Fernando VII, rey de España, quien, al no comprender la situación americana y al no percatarse de la incapacidad económica y militar de su país para reconquistar América, como ambicionaba, aceleró el reconocimiento de la independencia por parte de los Estados Unidos e Inglaterra perdiendo, además, la posibilidad de ser reconocida, desde el punto de vista comercial, como la nación más favorecida.
Explicación:
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