Cuáles eran los grupos privilegiados en la corona de Aragón
Respuestas a la pregunta
Respuesta:La cultura occidental ha tenido siempre clara la idea de continuidad y de que
lo que somos en cada momento se apoya en lo que fueron e hicieron nuestros predecesores. La historia es acumulativa y esencialmente inmutable; nada podemos
hacer por cambiar lo sucedido, ni es factible borrar aquello que hoy no parece
oportuno o nos incomoda, pero también, como la vida para García Márquez, la
historia no es sólo lo que ocurrió, sino lo que se recuerda y cómo se recuerda. Los
sucesos del tiempo pasado, aunque no alterarse ni eliminarse, sí pueden rememorarse y analizarse de diferentes maneras y con diferentes objetivos; por eso cada
generación evoca y celebra unos acontecimientos y olvida otros. Junto a la inmutabilidad de lo que fue convive la variedad de interpretaciones y la iluminación o
sombreado de figuras y hechos. Es el juego apasionante entre el pasado y el presente, la historia como experiencia y la historia como esperanza.
En el año 2008 se cumplieron el octavo centenario del nacimiento de Jaime I y
el 550 aniversario del fallecimiento de Alfonso V, monarcas aragoneses de obligada
presencia en nuestras vivencias históricas; entre ambos acontecimientos transcurre
un cuarto de milenio de la historia de la Corona de Aragón. Son fechas y cifras
redondas que deben invitar a la conmemoración y a la reflexión; es un largo periodo del pasado al que solemos asomarnos para buscar nuestras raíces y sobre el que
las proyecciones de sucesivos presentes han actuado no siempre con prudencia.
En la primera fecha, 1208, se anunciaba, aunque entonces no se podía prever
en qué circunstancias, el largo reinado de Jaime el Conquistador, que se prolongaría hasta el último cuarto del siglo XIII. En su dilatado gobierno, se manifiestan paradojas tan señaladas como que de una situación de profunda crisis política
a su arranque, cuando con apenas cinco años, le encaramaron al trono de Aragón
y Cataluña, vacante por la muerte de su padre en la batalla de Muret, se pasó a la
gran conquista emprendida por el joven rey por tierras musulmanas y, con ella, el
asentamiento definitivo de una monarquía que, al aglutinar los reinos de Aragón,
Mallorca y Valencia y el principado de Cataluña, rebasaba el nivel peninsular y se
situaba junto a las principales dinastías de la Cristiandad Latina. Finalmente
Explicación: