¿Cuáles eran las teorías del origen de la peste bubónica?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Realmente hice lo que pude, si no es lo que querías pues lo siento
Explicación:
En la teoría de la peste bubónica, ampliamente difundida, las ratas, los jerbos u otros roedores actuaban como bancos de bacterias. Las pulgas que mordieron a las ratas infectadas luego saltaron a los humanos y comenzaron a darse un festín. "Me chupó primero, y ahora te chupa a ti, / Y en esta pulga se mezclan nuestras dos sangres"; el poeta John Donne escribió en el siglo XVII. Lo que Donne no sabía, porque murió varias décadas antes del descubrimiento de los microbios , es que las bacterias también se mezclaban con los fluidos corporales.
Los científicos generaron una lista de características de la plaga basada en observaciones de campo contemporáneas, datos experimentales o mejores estimaciones. Por ejemplo: la probabilidad de que alguien pudiera recuperarse de la plaga era del 40 por ciento. Un piojo portador de bacterias de la peste permaneció infeccioso durante un período de aproximadamente tres días. Una persona puede portar un promedio de seis pulgas.
Aún se desconoce alguna información crucial. "Es muy difícil cultivar pulgas humanas en el laboratorio", dijo. La duración de un período infeccioso depende de si las bacterias simplemente recubren las partes de la boca del parásito o se trasladan a sus intestinos.
Los registros de mortalidad de varios siglos proporcionaron el detalle más crítico, dijo el coautor del estudio, Boris Schmid , biólogo computacional de la Universidad de Oslo. Los observadores pudieron documentar el aumento y la disminución de las muertes por peste por semana porque la enfermedad era muy virulenta y los signos de infección tan obvios, dijo. (Sin embargo, algunos historiadores han cuestionado el uso de tales relatos contemporáneos para explicar la actividad de la plaga).
Usando estos parámetros, los científicos modelaron tres escenarios. En uno, los piojos y las pulgas propagan la plaga. En otro, los roedores y sus parásitos propagan la plaga. En un tercero, los humanos que tosen propagan una versión aérea de la enfermedad, llamada peste neumónica.