¿Cuáles consideraciones especiales pide para Don Quijote?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Español soy de nacimiento, lengua y mente, y nada de lo español puede serme ajeno. Nada, por menudo que sea. Mucho menos, en consecuencia, el recuerdo de los años en que España fue grande y, como si no hubiera para ella otra opción digna, eligió el camino más propio para rápidamente dejar de serlo. Los años en que el autor del Quijote ideó y compuso su obra suprema. Como propias vivió Miguel de Cervantes las glorias de su patria. A su cabeza, la conseguida en la batalla de Lepanto. "Perdió en ella", dice Miguel de sí mismo, "la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla celebrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los siglos pasados, ni esperan ver los venideros". En su sentido histórico, no sólo en su magnitud bélica, veía el Cervantes de 65 años lo que de memorable y alta tuvo la ocasión de esa batalla. No hay duda: el autor del Quijote vivió como suya la gloria de su patria.
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