¿Cuáles beneficios ha obtenido mi comunidad gracias a la asociación de desarrollo comunal?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: El desarrollo impulsado por la comunidad (CDD, por sus siglas en inglés) –un enfoque que entrega a los grupos comunitarios el control de las decisiones sobre el desarrollo y los recursos– ha sido una estrategia operacional clave para la ejecución de los programas del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF) en el último decenio. En ese sentido, el financiamiento del BIRF y la AIF destinado al CDD alcanzó un promedio de US$2.200 millones al año durante dicho período. Estas operaciones han logrado llegar y empoderar a las comunidades, proporcionar infraestructura eficaz en función de los costos, aumentar los medios de sustento y mejorar las dinámicas comunitarias.
Desafíos
Durante la pasada década, en parte como respuesta a retos institucionales locales que enfrentaban los distintos países que salieron de una crisis financiera o política a fines de los años noventa, el desarrollo impulsado por la comunidad (CDD) se ha transformado en una estrategia operacional clave para muchos Gobiernos en la prestación de servicios debido a que este enfoque potencia el poder de decisión a nivel local y pone los recursos bajo el control directo de las comunidades. A la fecha, aproximadamente 105 países miembros del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) han realizado proyectos de CDD.
Estos programas reconocen la creciente necesidad de adaptarse a las grandes diferencias que existen en los contextos locales, fortalecer las respectivas instituciones y fomentar una mayor participación y apoyo comunitario para el desarrollo. Si bien en general se valora el potencial y los beneficios de los enfoques de CDD, también existen diversos desafíos y limitaciones, los cuales deben abordarse cuidadosamente en el diseño y la ejecución de los proyectos:
Se requieren nuevos modelos de apoyo a la ejecución al tiempo que los programas de CDD se amplían. Si bien la primera generación de proyectos CDD involucró pequeñas operaciones que funcionaban fuera de los sistemas formales de gobierno, la segunda y tercera generación de estos proyectos suelen desarrollarse a nivel regional o nacional. Los tipos de experiencia sectorial que se requieren para apoyar estas iniciativas se están diversificando a medida que estos programas flexibles se adaptan a las crecientes necesidades locales.
La necesidad de convergencia con programas sectoriales y reformas de descentralización está aumentando. Cuando funcionan adecuadamente, los programas de CDD pueden ofrecer una plataforma eficaz de desarrollo local que ayuda a mejorar la focalización, la eficacia en función de los costos, la calidad de los servicios y la responsabilidad social general de las iniciativas sectoriales. Si bien pueden ayudar a integrar los principios de transparencia, responsabilidad y participación en todo el sistema del gobierno subnacional, estos programas requieren de un entorno propicio y reformas a nivel de políticas, en particular con respecto a la descentralización fiscal
Explicación:
de nada buena suerte