¿Cuál sería nuestra cosmovisión en este contexto de encierro?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las diferentes problemáticas que acaecen a nuestro país, como la pobreza estructural y la
nueva, el desempleo, los avances tecnológicos, la crisis y la coyuntura, son condicionantes
en el elevado índice de violencia y delincuencia que van afectando de forma integral el
desarrollo del sistema educativo.
La educación en contexto de encierro (ECE), permite exponer los hechos carcelarios y
previos como fruto de una relación económica y social, producto de un régimen de
acumulación colapsado, que postula un ciclo educativo gradual y en parte obligatorio, a la
vez que excluye a quienes lo integran.
Desde la génesis del capitalismo, pobreza y delito formaron parte de la misma ecuación, tal
como los campesinos se vieron impulsados al trabajo en la fábrica o a la vagabundez,
castigados por la transformación del modelo que los convirtió en “delincuentes” desde los
inicios de la primera Revolución Industrial.
Ante la perturbación de las desigualdades que se manifiestan en todos los aspectos de la
vida social, se hace pertinente cuestionar a la Justicia y al Derecho, como una estructura de
poder que defiende los derechos ciudadanos, pero que a la vez se impone a los sectores
vulnerables como instrumento de dominación, donde el régimen legal es tan solo el orden y
la regulación de esta forma de control social, garantizado a través de:
Medios represivos para el control compulsivo y violento de la mayoría de la
población, como lo son los cuerpos de seguridad, las fuerzas armadas, el aparato
judicial y las cárceles.
Medios simbólicos, reconocidos en el resto de las instituciones de
administración y gestión del Estado, escuelas y universidades, partidos, iglesias,
que actúan como dispositivos necesarios para reforzar ese control social.
Dentro de este análisis crítico de una situación que reproduce las condiciones actuales de
dominación, induciendo a los sectores opuestos a la sumisión, adaptación o resignación, se
tratará de distinguir una beta que impulse a la reflexión actualizada de las condiciones de
dominación, y a una visión esperanzada y movilizadora que permita activar a los sectores
potenciales de transformación, en un esfuerzo mancomunado a partir del conocimiento y la
acción.
Es por eso que se plantea la necesidad de intercambiar diferentes teorías, que mediante la
adaptación de sus elementos a la problemática, hagan posible abordarla en su complejidad,
desde un enfoque ecléctico, expuesto a esclarecer la temática, como así también a generar
nuevos interrogantes.
La educación en prisiones se concibe como parte del proceso de democratización que viven
los países de la región, ya que es donde se concentran gran parte de las dificultades de
nuestras sociedades en materia de educación (fracaso escolar, analfabetismo, exclusión
social, marginalidad, gestión deficitaria de la diversidad y la migración). Por consiguiente.