cual recorrido de la variable Consumo de electricidad de una casa en un día.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Utilizando una base de microdatos para el área metropolitana de Buenos Aires, se analiza la reacción del consumo de electricidad de los hogares según sus características socioeconómicas, de equipamiento y de localización. Esto se estudia aplicando el método de regresión cuantílica a lo largo de todo el espectro de la distribución de consumo, lo que permite examinar las características mejor asociadas con niveles altos de consumo (condicionales a un modelo bien especificado) en donde potencialmente se encuentran hogares con niveles elevados de ineficiencia energética. Los dos principales resultados son la baja importancia del nivel de ingreso y la mayor importancia de la ausencia de acceso al gas natural, lo que indica que la falta de acceso a un energético (gas natural) deriva en ineficiencias en el consumo de otro (electricidad) y sugiere programas de eficiencia dirigidos a ese tipo de hogares. Otros resultados interesantes son la importancia de los equipos de aire acondicionado y la evidencia preliminar de que un movimiento desde casas a departamentos conlleva un menor consumo (y posiblemente una mejor eficiencia energética).
Explicación:
Cuando los hogares podrían estar consumiendo menos energía para satisfacer las mismas necesidades o acceder al mismo nivel de bienestar derivado del consumo de energía, se dice que están en una situación de ineficiencia energética. Es decir, que el consumo del hogar es demasiado alto respecto de una situación eficiente. Ahora bien, consumo “alto” es condición necesaria pero no suficiente para diagnosticar ineficiencia energética. La definición de alto o bajo en economía, sea para cantidades o para precios, requiere hacerse respecto de algún punto de referencia que debe estar correctamente definido. Por ejemplo, si el punto de referencia es un nivel de consumo en donde los hogares utilizan de manera correcta toda la información y responden bien a las señales que reciben para decidir de modo eficiente su equipamiento y su consumo de energía, el consumo alto puede ser, en algunos casos, una respuesta perfectamente racional y bien informada al contexto en el que estos se enfrentan. En ese caso las causas que explican el alto consumo pueden derivarse de algo distinto a la ineficiencia energética. Frente a una situación de precios de la energía excesivamente bajos o ante la presencia de externalidades ambientales (o de otro tipo), los hogares no tienen incentivos para alterar sus decisiones privadas. En estos dos casos la solución debería privilegiar corregir los precios (eliminar subsidios) o las externalidades (incorporar impuestos) al tiempo que se introducen programas de eficiencia energética.
Por otra parte, estos programas no necesitan demasiada justificación teórica. Ya que, aun con precios de la energía “correctos”, las inversiones en equipamiento pueden ser ineficientes debido a problemas de información, comportamiento o incentivos. Esto reclama entonces algo más que correcciones de precios. Se requiere contribuir a proveer información correcta, usar incentivos o subsidios a nuevas tecnologías e incluso usar regulación directa si las circunstancias o rapidez de implementación de los remedios así lo exigen. Más que teórico, el problema de la eficiencia energética y los programas con los que ella se asocia es de tipo empírico y se refiere a la dificultad de validar, por medio de metodologías rigurosas y creíbles, las ganancias potenciales obtenidas o sugeridas por la extrapolación mecánica al conjunto de agentes heterogéneos (en cuanto a preferencias, tecnología e información) de ejercicios tecnológicos individuales que usualmente proyectan grandes ganancias