¿Cuál puede ser el mejor argumento que se le podría plantear a una persona que acostumbra conducir después de haber consumido una cantidad importante de alcohol?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
esa persona está inconsciente de la realidad
Respuesta:
El alcohol altera la capacidad de conducir cualquier vehículo, ya que limita la percepción visual, el tiempo de reacción y la coordinación motriz. Así, altera la capacidad para juzgar la velocidad, la distancia y la situación relativa del vehículo. Estas consecuencias aparecen incluso antes de que el conductor o la conductora tengan la sensación de encontrarse bajos sus efectos. Esto junto a la falsa sensación de control que puede provocar el alcohol contribuye a hacer que la persona se exponga (y a menudo exponga a otros) a situaciones altamente peligrosas.
Por otra parte, y aunque no se conduzca, un consumo elevado de alcohol en la medida que distorsiona la percepción de la realidad puede provocar que una persona:
No procure evitar que un amigo o una amiga conduzca después de haber bebido.
Se suba a un vehículo conducido por una persona intoxicada. La alteración de la capacidad de conducir como consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas está directamente relacionada con la concentración de alcohol en la sangre (índice de alcoholemia). Conducir un vehículo con una tasa de alcoholemia superior a 0,5 g/l triplica el riesgo de sufrir o provocar un accidente.