Historia, pregunta formulada por ramirezleslie805, hace 10 meses

cuál fue el papel económico de las abadías en la edad media?
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Respuestas a la pregunta

Contestado por usadorrodriguez1
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Respuesta:

Historia

Las más antiguas comunidades monásticas conocidas consistían en "células" congregadas alrededor de un centro común, el cual era normalmente la casa de un ermitaño o anacoreta famoso por su santidad o su ascetismo singular, pero sin intenciones de organización formal.2​ Tales comunidades no son una invención del cristianismo. Ya se había producido un ejemplo, al menos en parte, por los esenios en Judea y quizás por los therapeutae, una orden monástica establecida al pie del lago Mareotis, cerca de Alejandría en el Egipto Ptolemaico.

En las épocas más tempranas del monasticismo cristiano, los ascetas acostumbraban a vivir aislados, independientemente unos de otros, no lejos de alguna iglesia local, manteniéndose del trabajo de sus propias manos y repartiendo el sobrante una vez habían satisfecho sus frugales necesidades. El incremento del fervor religioso, ayudado por la persecución, los alejó cada vez más de la civilización hacia las soledades montañosas o desiertos solitarios. Los desiertos de Egipto se enjambraron con las "células" o chozas de estos anacoretas. Antonio el Grande, que se había retirado a la Tebaida egipcia durante la persecución por Maximiano (312), fue el más celebrado de ellos por sus austeridades, su santidad y su poder como exorcista. Su fama congregó alrededor de él una hueste de seguidores imitando su ascetismo en un intento de imitar su santidad. Cuanto más se retiraba a terrenos salvajes, más numerosos eran sus discípulos. Rehusaron separarse de él y construyeron sus células alrededor de su padre espiritual. Así surgió la primera comunidad monástica, consistiendo en anacoretas que vivían cada uno en su propia pequeña vivienda, unidos bajo un superior. Antonio, tal como menciona August Neander (Historia de la Iglesia, vol. III, p. 316, traducción de Clark), "sin ningún designio consciente suyo se había convertido en el fundador de un nuevo modo de vivir en cenobitismo común". Gradualmente se fue introduciendo el orden en los grupos de cabaás. Fueron dispuestas en líneas, como las tiendas en un campamento, o las casas en una calle. De esta disposición en líneas vinieron a ser conocidas como Laurae, Laurai, "calles" o "avenidas".3​

Abadía de Monte Cassino, Italia.

Monasterios cenobíticos

El auténtico fundador de los monasterios cenobíticos (koinos: común, y bios: vida) en el sentido moderno fue Pacomio, un egipcio de comienzos del siglo IV. La primera comunidad por él establecida estaba en Tabennae, una isla del Nilo en el Alto Egipto. Fueron fundadas ocho más en la región a lo largo de su vida, llegándose a contar 3000 monjes. En los cincuenta años siguientes a su muerte, sus sociedades podían integrar a 50 000 miembros. Estos cenobios parecían villas o poblados habitados por una comunidad religiosa que vivía del trabajo de sus manos, todos del mismo sexo.4​

Los edificios estaban separados. Eran pequeños y lo más humildes posible. Cada célula o choza, de acuerdo con Sozomeno, contenía tres monjes. Tomaban su comida principal en un refectorio común o comedor a las 3 de la tarde, permaneciendo hasta esa hora en ayunas. Comían en silencio, con capuchas caladas sobre sus caras de tal manera que no podían ver nada aparte de la mesa que tenían delante de sí. Los monjes pasaban todo el tiempo que no estaban dedicados a los servicios religiosos o el estudio en el trabajo manual. Paladio, que visitó los monasterios egipcios, encontró entre los 300 miembros del cenobio de Panópolis, bajo la regla Pacomiana, quince sastres, siete herreros, cuatro carpinteros, doce conductores de camellos y quince curtidores.4​

Abadía de los Hombres de Caen, Normandía.

Cada comunidad tenía su propio administrador u oeconomus, el cual estaba bajo la supervisión de un administrador jefe instalado en el establecimiento principal. Todo el producto del trabajo manual de los monjes le era remitido y él lo fletaba a Alejandría. El dinero obtenido se destinaba a compras para aprovisionar los almacenes para el sostenimiento de las comunidades, y lo que sobraba se empleaba en caridad. Los superiores de varios cenobios se encontraban dos veces al año en el monasterio principal bajo la presidencia de un archimandrita (miandra = grupo de ovejas), y en el último encuentro daban informe de su administración durante el año. Los cenobios de Siria pertenecían a la institución pacomiana. Podemos aprender muchos detalles referentes a estos en la vecindad de Antioquía a partir de los escritos de Crisóstomo. Los monjes vivían en cabañas separadas llamadas kalbbia, formando una aldea en la ladera de la montaña. Estaban sometidos a un abad y observaban una regla común (no tenían refectorio, pero comían la misma comida, de pan y agua simplemente, cuando el trabajo del día había sido concluido, reclinándose en hierba amontonada, a veces fuera de la cabaña). Cuatro veces al día se juntaban en oraciones y salmos.4​

Explicación:

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