cual fue el motivo de los dos ciegos que le hicieron fama a Jesús
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Pasando Jesús de allí, nos dan la idea que el Señor no tenía nada planeado al pasar por ese lugar y en su mente no existía el propósito de sanar a estos dos ciegos; aunque todos sabemos que en la realidad todo está debidamente planeado por nuestro Dios. No obstante, esto nos da grandes enseñanzas una vez más en cuanto a la fe y la operación de milagros. Habrán momentos en nuestras vidas donde la oportunidad de ver el mover de la mano de Dios se presentara sin anuncio a nuestras vidas y es allí cuando nosotros, como estos ciegos, debemos aprovechar la oportunidad. De alguna manera, estos dos ciegos se dieron cuenta que Jesús pasaba por donde ellos estaban, y al darse cuenta de ellos clamaron: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! En primer lugar, clamaron por misericordia reconociendo su bajeza y gran necesidad de aquel que les podía devolver la vista. Si queremos ver el obrar milagroso de Dios en nuestras vidas debemos tomar una actitud de humillación delante de su presencia. Jamás alcanzaremos ni un favor divino si no reconocemos nuestra impotencia y necesidad de Él. En segundo lugar, reconocieron su superioridad divina al llamarlo con el título: Hijo de David. Este nombramiento era comúnmente asociado por los judíos al Mesías aunque no aparece directamente en las Escrituras del Antiguo Testamento, pero sí en otra literatura deutero-canónica conocida como los Salmos de Salomón: “Míralo, señor, y suscítales un rey, un hijo de David, en el momento que tu elijas, oh Dios, para que reine en Israel tu siervo”, (Salmo de Salomón 17:21). Por tanto, al llamarlo de esta forma, lo estaban declarando como el Mesías de Israel. Cada uno de nosotros debe estar consiente que solamente Jesús tiene el poder para cambiar cualquier aspecto difícil en nuestra vida. Habrán momentos en la vida cuando Dios se manifestara de una manera inusual y cuando menos lo esperemos, sin embargo, cuando esto pase debemos correr a su pies en busca de ese milagro que tanto anhelamos en nuestro corazón. Cuantas personas han estado esperando una respuesta de Dios, perseverando en oración, asistiendo a la iglesia, haciendo ayunos, etc.; pero cuando el Señor estaba a punto de responderlos, estos se rindieron y dejaron de insistir en aquello que tanto querían. Perdieron su oportunidad. Estos ciegos habían escuchado posiblemente de Jesús y sabían que podía darles la vista, pero no había forma de que pudieran buscarlo por su discapacidad; pero cuando oyeron que era Él el que pasaba por donde ellos estaban, no desaprovecharon la oportunidad, sabían que era única y que a lo mejor jamás volverían a tenerla por lo que clamaron a gran voz: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! Quiera Dios que nosotros jamás desistamos de buscar su favor divino y seamos capaces de reconocer una oportunidad única de presenciar su gran poder.
El toque divino
" Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra”.
Mateo 9:27-31