cuál es tu posición sobre el uso de antioxidantes en las pollerías
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
esta bien mientras no se usen en cantidades peligrosas
La producción comercial de aves está expuesta a cuadros de estrés de diferente índole y como resultado de ello se afectan tanto la respuesta productiva como la reproductiva en diferentes grados, dependiendo de la magnitud del factor estresante. Desde el punto de vista nutricional, las aves pueden sufrir estrés por un desbalance de vitaminas y minerales, particularmente de elementos traza, presencia de micotoxinas en el alimento o alteraciones en la calidad de aceite o grasa adicional en el alimento. Estudios realizados, indican que la mayoría de los cuadros de estrés a nivel celular están asociados con el estrés oxidativo debido a una producción del radical libre mayor de lo fisiológicamente normal o a una inadecuada protección antioxidante.
El organismo del ave cuenta con un sistema antioxidante que el responsable de prevenir los daños que causan los radicales libres a un gran número de moléculas biológicas que incluye a las proteínas, lípidos y al ácido desoxirribonucleico (ADN). La mayoría de los antioxidantes es aportado por la dieta (vitamina E, selenio, carotenos, etc.), mientras que otro grupo de compuestos con acciones antioxidantes son sintetizados dentro del cuerpo (glutatión, enzimas antioxidantes, etc.) y un balance fino entre los anti- y prooxidantes en las células en el tracto gastrointestinal y en todo el cuerpo es responsable del mantenimiento de la salud del ave, de su productividad y de su respuesta reproductiva.
¿Qué son los radicales libres y cómo se producen?
Los radicales libres (RL) son átomos o moléculas que contienen uno o más electrones impares. Los RL son altamente inestables y reactivos, y son capaces de dañar moléculas biológicamente relevantes como son el ADN, proteínas, lípidos o carbohidratos. El cuerpo del animal está bajo ataque constante por parte de los RL que se forman como resultado natural de la actividad metabólica normal de cuerpo y como parte de la estrategia del sistema inmunológico para destruir a los microrganismos invasores. Recientemente se introdujeron términos colectivos denominados especies reactivas de oxígeno (ROS) y especies reactivas de nitrógeno (RNS) que incluyen no solo al oxígeno o nitrógeno sino también algunos derivados reactivos no radicales de oxígeno y nitrógeno.
El principal RL producido en los sistemas biológicos es el superóxido (O2*.) y ocurre durante el proceso respiratorio mitocondrial y por reacciones de autoxidación con vida media a 37ºC en el rango de 1 x 10-6segundos. El superóxido es capaz de inactivar alguna enzimas debido a la formación de complejos inestables con metales de transición de los grupos prostéticos, seguido por una autodestrucción oxidativa del sitio de la enzima involucrada. Dependiendo de la condición, el superóxido puede actuar como agente reductor o agente oxidante.
Las ROS y RNS se producen constantemente in vivo en el curso del metabolismo fisiológico de los tejidos. Generalmente se acepta que la cadena de transporte de electrones en la mitocondria es la responsable de producir la mayor parte de los superóxidos en el cuerpo. El sistema de transporte de electrones mitocondrial consume más del 85% de todo el oxígeno que usa la célula y de ello 1-3% de los electrones escapan de la cadena, resultando una reducción univalente del oxígeno molecular dando lugar a la formación de aniones de superóxido.
El efecto más importante de los RL sobre el metabolismo celular es su participación en la reacciones de peroxidación de los lípidos. La peroxidación lipídica es una reacción en cadena y potencialmente un gran número de ciclos de peroxidación podría causar daños sustanciales a las células. En las membranas, el material peroxidable está representado por los ácidos grasos poliinsaturados (AGPIs). Se reconoce que la susceptibilidad de los AGPIs a la peroxidación está directamente relacionado al grado de insaturación de los ácidos grasos. En la membrana existe gran cantidad de ácidos araquidónico (AA; 20:4n-6) y docosahexaenoico (DHA; 22:6n-3) convirtiéndose, entonces, en excelentes sustratos para una peroxidación. Es necesario hacer notar que los AGPIs son responsables para el mantenimiento de las propiedades fisiológicamente importantes de la membrada, particularmente de la fluidez y permeabilidad. Por lo tanto, la peroxidación de los lípidos de la membrana puede comprometer su funcionalidad.
Los RL también afectar al ADN y un ADN dañado está asociado con mutaciones, errores de traducción y una alteración en el proceso de síntesis de proteínas. En algunos casos el daño al ADN conduce al cáncer. Asimismo, proteínas dañadas por los RL causan modificaciones en el transporte de iones, alteraciones en los receptores y alteraciones en las actividades enzimáticas. En general, un daño a las moléculas biológicas al final compromete el crecimiento, desarrollo, inmunocompetencia y la reproducción.