Castellano, pregunta formulada por dianaarcila, hace 2 meses

cual es la tesis de este texto argumentativo?
A primera vista la vida laboral de las mujeres no difiere sustancialmente de la de los
hombres. Para acceder a cargos altos el género es cada día más indiferente y la
remuneración tiende a equilibrarse. Sin embargo, la vida en la oficina no es la misma
para ambos sexos. A diferencia de los hombres, a las mujeres se les exige que cumplan con
su trabajo y que además sean excelentes madres, esposas y amas de casa. Desde esta
percepción, para una mujer debe ser tan importante ir a la entrega de notas de su hijo como
asistir a una junta directiva en la empresa mientras que nadie reprocha al padre si jamás pisa
las instalaciones del colegio de los niños. Y, además, después de trabajar ocho horas en la
oficina, la mujer llega a la casa a hacer oficio mientras el esposo suele quedarse descansando
en pantuflas.

Los sentimientos de culpa constituyen uno de los principales conflictos que deben enfrentar
las mujeres trabajadoras ya que tarde o temprano surgen dudas sobre su comportamiento en
el hogar. Si bien las empresas se han vuelto un poco más flexibles y las empleadas pueden
pedir permisos cuando sus hijos se enferman o llevarlos a la oficina cuando nadie los puede
cuidar, las mujeres siguen creyendo que el tiempo que pasan con su familia no es suficiente y
eso las atormenta.

Si existieran horarios más cómodos y trabajos de medio tiempo mejor remunerados el
panorama en el hogar cambiaría, pero la situación de la mujer seguiría siendo desigual porque
en cierta forma estaría dejando de lado su desarrollo profesional. Por eso, expertos en el tema
afirman que, así como los jefes han ido aprendiendo que sus empleadas tienen
responsabilidades familiares, los hijos y los esposos deben comprender que para las mujeres
también es importante trabajar y que las obligaciones domésticas se pueden repartir entre los
demás miembros del núcleo familiar sin crear traumatismos.

Fuera de esta doble jornada, que sigue sin ser lo suficientemente reconocida por sus
compañeros, ellas padecen otras diferencias. “Las mujeres trabajan más horas que los
hombres, pero están representadas en empleos menos favorables, horarios parciales y
contratos temporales”, afirma Luz Gabriela Arango, investigadora del Centro de Estudios

TALLER DE LENGUA CASTELLANA 8
COMPRENSIÓN DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS

Sociales de la Universidad Nacional quien ha analizado estos temas en profundidad. “Las
diferencias siguen existiendo y lo que pasa es que se toman como algo natural”. 

Entre los fenómenos que se consideran normales están: actitudes que tienen los hombres
frente a las mujeres y que, en otros países, clasificarían como acoso sexual. La Organización
Internacional del Trabajo define el acoso como cualquier observación, chiste, insinuación o
comentario inadecuado sobre la manera de vestir, miradas lascivas, invitaciones
impertinentes, gestos relacionados con la sexualidad, pellizcos y contactos físicos
innecesarios que producen malestar en la persona. Comportamientos que son comunes en
las oficinas colombianas, y que muchas mujeres por temor a perder su empleo no se atreven
a denunciar. Además, según las cifras más recientes del DANE, muestran que los
hombres en Colombia ganan un 27% más que las mujeres en los mismos puestos.

En conclusión, aunque la mujer colombiana ha logrado avances que no se han dado en otros
países de América Latina, África y Asia, es muy pronto para cantar victoria. Falta que se dé
una verdadera revolución de la actitud masculina en el hogar para que la vida laboral de los
hombres y las mujeres sea igual.
Tomado de Revista Semana.

Respuestas a la pregunta

Contestado por santiago987970
0

Respuesta:

no sé nada

Explicación:

si se algo pormi la

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