Cuál es la relación entre el ecocentrismo y los problemas de incendios forestales
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Según la evaluación preliminar de los incendios, ocho millones de hectáreas han sido destruidas por las llamas hasta el momento. Veinticinco personas y millones de animales han muerto. Regiones enteras se han quedado sin energía y las nubes de humo ahora cubren la mitad del continente
Explicación:
Los incendios forestales tienen muchas repercusiones sobre la diversidad biológica. A escala mundial, son una fuente importante de emisión de carbono, contribuyendo al calentamiento mundial que podría modificar la biodiversidad. En los planos regional y local, modifican el volumen de biomasa, alteran el ciclo hidrológico con consecuencias sobre sistemas marinos como los arrecifes de coral, e influyen en el comportamiento de las especies vegetales y animales. El humo procedente de los incendios puede reducir notablemente la actividad fotosintética (Davies y Unam, 1999) y perjudicar la salud de los seres humanos y de los animales.
Uno de los efectos ecológicos más importantes de los incendios es la mayor probabilidad de que se produzcan nuevos episodios del mismo tipo en los años subsiguientes, al caer los árboles, lo que permite que la luz del sol reseque el bosque y produzca una acumulación de combustible con un aumento de especies susceptibles a los incendios, como las herbáceas inflamables. La consecuencia de los incendios repetidos es perjudicial porque es uno de los factores principales del empobrecimiento de la biodiversidad en los ecosistemas de los bosques pluviales. Los incendios pueden ser seguidos de la colonización e infestación de insectos que perturban el equilibrio ecológico.
La sustitución de zonas extensas de bosque por herbáceas inflamables es uno de los efectos ecológicos más negativos de los incendios sobre los bosques pluviales tropicales. Estos procesos ya se han observado en algunas zonas de Indonesia y de la Amazonia (Turvey, 1994; Cochrane et al., 1999; Nepstad, Moreira y Alencar, 1999). Lo que antes era un bosque denso siempreverde se convierte en un bosque empobrecido poblado por un número reducido de especies arbóreas resistentes al fuego y una cubierta de malezas (Cochrane et al., 1999). En el norte de Queensland, en Australia, se ha observado que en los lugares en los que las prácticas aborígenes de utilización del fuego y los regímenes de incendios estaban controlados, la vegetación de los bosques pluviales comenzó a ser sustituida por sabanas arbóreas y herbáceas susceptibles a los incendios (Stocker, 1981).