¿Cuál es la incoherencia entre los principios de Lamarck y Darwin?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las figuras y aclaraciones al respecto son de rigor en todo libro de texto de biología al
momento de ocuparse de la evolución: Por un lado está la explicación lamarckista, basada
en la herencia de los caracteres adquiridos. Según esta, las jirafas, por ejemplo, han
logrado sus largos cuellos ya que el estiramiento adquirido por fuerza del ejercicio de
comer las hojas en las ramas más altas de los árboles se transmiten a la descendencia.
Este proceso, repetido generación tras generación, provoca la evolución de cuellos más
largos.
Por otro lado, siempre en nuestro libro de texto, está la explicación darwinista, basada en
la selección natural. En una población ancestral de jirafas debió existir variación en la
longitud del cuello. Al menos parte de dicha variación tenía un componente hereditario.
Las jirafas de cuello largo tenían una ventaja a la hora de alimentarse, pudiendo
aprovechar las hojas más altas de los árboles. En promedio, dejaron más descendientes
que las de cuello corto. Este proceso, repetido generación tras generación, provoca la
evolución de cuellos más largos.
Según esta visión, entonces, la diferencia fundamental entre Darwin y Lamarck radica en
que elaboraron mecanismos contrapuestos, naturalmente excluyentes, de la evolución.
Pero esta interpretación choca con el hecho de que Darwin, quien bien conocía la obra de
Lamarck, no solamente no se ocupó de contradecir el mecanismo de la herencia de los
caracteres adquiridos, sino que, por el contrario, lo aceptó en todo momento como un
proceso legítimo de evolución. ¿Cómo es posible entonces que nuestra cultura moderna
insista en que allí radica la diferencia esencial entre estos dos grandes del evolucionismo
decimonónico? Una posibilidad es que esto haya ocurrido porque ellos fueron
inspiradores de dos grandes corrientes del pensamiento evolucionista, llamadas
lamarckismo y darwinismo, que se enfrentaron en cuanto a los mecanismos de la
evolución. Se trataría entonces de un contraste, ya no entre las teorías originales, sino
entre versiones de dichas teorías modificadas a lo largo de la historia. Según esta visión
de las cosas, el argumento decisivo a favor del darwinismo ha sido el rechazo de la