-¿Cuál es la importancia de recordar la fecha histórica del 24 de mayo(Batalla del Pichincha)?
-¿Qué personajes participaron en esta gesta gloriosa?
-¿Qué valores se dan alrededor de esta fecha?
Gracias
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Creo que el tiempo pasado es pasado, es algo que no se puede volver atrás, las horas vividas, goces y sufrimientos quedan atrás y no es posible cambiar eso, pero al menos nos queda la posibilidad de volver a ese pasado a través de la memoria, no para atormentarnos, ni para repetir escenas de dolor, que nos traumaron en él, pero si al menos que nos permitan seguir caminando hacia el futuro, el pasado solo sirve, pienso, si es apropiado en el presente y transformarlo en acciones hacia delante, si ese pasado nos dejó dolores inmensos, cicatrices que aun están algunas sin cerrar, empecemos al menos con dialogar con él desde el hoy, generar acciones de cambio, y no quedarnos con tanto odio, muerte y resignación.
La dictadura militar no tan sólo nos dejó 30 mil desaparecidos, sino también, y creo que fue lo más terrorífico; todo un quiebre social, económico, político y moral que todavía hoy nos cuesta remontar, una sensación de abandono por los sueños colectivos, un desprecio por la vida humana, una sociedad fragmentada, niveles de desigualdad nunca conocidos en nuestra sociedad, una destrucción del aparato industrial que la literatura argentina en el campo sociológico, político y económico ha retratado en innumerables casos y una sensación de vacío moral que aun todavía parece no tener fin, fracturas que la democracia con luces y sombras, a los tumbos ha ido dando algunas respuestas y a otras no.
Para decirlo mas crudamente, hoy 24 de marzo, deberíamos preguntarnos sí a quién termino haciendo más daño “El Proceso de Reorganización Nacional”, sí a 30 mil desaparecidos o a toda una sociedad, porque además de aniquilar a esa juventud pensante y desafiante del poder establecido, el verdadero objetivo éramos nosotros,los que terminamos espantados por el horror.
¿Se acuerdan de esa frase “algo habrán hecho”? Si claro que hicieron y mucho, y algo que nosotros lamentablemente, y lo digo desde mi profesión de docente, veo cada vez menos, se animaron a pensar, para algunos desde una ideología equivocada y con métodos inapropiados, que en el país era posible la utopía de la igualdad, concedámosle si se quiere ese argumento, la soñaron para un país que no era tan desigual como lo es ahora, el problema es que ahora, creo que lo aceptamos resignadamente.
Continuando con el hilo de la nota, por qué recordar hoy el 24 de marzo (su pertinencia, su necesidad, su vitalidad). Hace unos años, en el aniversario de los 30 años del golpe, tuve la oportunidad de conocer la ESMA, el mayor campo de concentración y el más sanguinario de la dictadura, confieso que cuando entre no sentía ni miedo y ni terror al ingresar, eso si mucha curiosidad, nos mostraban las entradas traseras por donde ingresaban los detenidos al sótano, en la sala de tortura y pequeñas intervenciones señalando cada lugar dentro del cómo estaban dispuestos las distintas partes y sus funciones en él, mientras tanto seguía con mi primera sensación, solo curiosidad y nada más, pude sentir, recién ahí, luego de caminar hacia el altillo, mas conocido como “capucha”, la verdadera sensación de horror y espanto, la real sala de tortura, donde dormían y permanecían durante todo el día los detenidos; no podían hablar, no podían ver, no podían realizar sus necesidades fisiológicas, no podían bañarse, no podían respirar, no tenían noción ni del tiempo y ni del espacio, una terrible sensación de negación a la existencia misma. Y desde ese horror, debemos pensar cómo fue posible eso, ¿fue una obra de locos o un plan? ¿y si fue un plan, cuáles eran sus objetivos? ¿cómo fue posible, si es que no fue obra de locos, que existiera dentro de nuestra sociedad? No se trata de buscar culpables entre nosotros, solo de pensar, indagar, analizar para que el nunca más sea efectivo.
También ese horror sirve para interpelarnos hoy, por toda esa gente que siente el exilio en el corazón, en donde aun viviendo en su tierra, los empujan de sus lugares de origen, los van llevando a lugares de miseria, a villas, y se sienten marginados en su propia tierra, creo que hay esta el verdadero sentido de recordar hoy, sino creo que caeríamos, según mi punto de vista, en cosificar un recuerdo de algo triste que sucedió allá lejos en el tiempo, sí claro que ocurrió y no es posible volver atrás todo lo que aconteció, pero si honrar a esa memoria de aquellos muertos en nombre de la memoria de los vivos, para que efectivamente, sea NUNCA MAS.
Y a pesar de todo, que viva Argentina, su gente, sus sueños inconclusos y que nunca pero nunca fenezca la esperanza, para construir esta hermosa patria, que a pesar de todo, no la pudieron destruir.
La dictadura militar no tan sólo nos dejó 30 mil desaparecidos, sino también, y creo que fue lo más terrorífico; todo un quiebre social, económico, político y moral que todavía hoy nos cuesta remontar, una sensación de abandono por los sueños colectivos, un desprecio por la vida humana, una sociedad fragmentada, niveles de desigualdad nunca conocidos en nuestra sociedad, una destrucción del aparato industrial que la literatura argentina en el campo sociológico, político y económico ha retratado en innumerables casos y una sensación de vacío moral que aun todavía parece no tener fin, fracturas que la democracia con luces y sombras, a los tumbos ha ido dando algunas respuestas y a otras no.
Para decirlo mas crudamente, hoy 24 de marzo, deberíamos preguntarnos sí a quién termino haciendo más daño “El Proceso de Reorganización Nacional”, sí a 30 mil desaparecidos o a toda una sociedad, porque además de aniquilar a esa juventud pensante y desafiante del poder establecido, el verdadero objetivo éramos nosotros,los que terminamos espantados por el horror.
¿Se acuerdan de esa frase “algo habrán hecho”? Si claro que hicieron y mucho, y algo que nosotros lamentablemente, y lo digo desde mi profesión de docente, veo cada vez menos, se animaron a pensar, para algunos desde una ideología equivocada y con métodos inapropiados, que en el país era posible la utopía de la igualdad, concedámosle si se quiere ese argumento, la soñaron para un país que no era tan desigual como lo es ahora, el problema es que ahora, creo que lo aceptamos resignadamente.
Continuando con el hilo de la nota, por qué recordar hoy el 24 de marzo (su pertinencia, su necesidad, su vitalidad). Hace unos años, en el aniversario de los 30 años del golpe, tuve la oportunidad de conocer la ESMA, el mayor campo de concentración y el más sanguinario de la dictadura, confieso que cuando entre no sentía ni miedo y ni terror al ingresar, eso si mucha curiosidad, nos mostraban las entradas traseras por donde ingresaban los detenidos al sótano, en la sala de tortura y pequeñas intervenciones señalando cada lugar dentro del cómo estaban dispuestos las distintas partes y sus funciones en él, mientras tanto seguía con mi primera sensación, solo curiosidad y nada más, pude sentir, recién ahí, luego de caminar hacia el altillo, mas conocido como “capucha”, la verdadera sensación de horror y espanto, la real sala de tortura, donde dormían y permanecían durante todo el día los detenidos; no podían hablar, no podían ver, no podían realizar sus necesidades fisiológicas, no podían bañarse, no podían respirar, no tenían noción ni del tiempo y ni del espacio, una terrible sensación de negación a la existencia misma. Y desde ese horror, debemos pensar cómo fue posible eso, ¿fue una obra de locos o un plan? ¿y si fue un plan, cuáles eran sus objetivos? ¿cómo fue posible, si es que no fue obra de locos, que existiera dentro de nuestra sociedad? No se trata de buscar culpables entre nosotros, solo de pensar, indagar, analizar para que el nunca más sea efectivo.
También ese horror sirve para interpelarnos hoy, por toda esa gente que siente el exilio en el corazón, en donde aun viviendo en su tierra, los empujan de sus lugares de origen, los van llevando a lugares de miseria, a villas, y se sienten marginados en su propia tierra, creo que hay esta el verdadero sentido de recordar hoy, sino creo que caeríamos, según mi punto de vista, en cosificar un recuerdo de algo triste que sucedió allá lejos en el tiempo, sí claro que ocurrió y no es posible volver atrás todo lo que aconteció, pero si honrar a esa memoria de aquellos muertos en nombre de la memoria de los vivos, para que efectivamente, sea NUNCA MAS.
Y a pesar de todo, que viva Argentina, su gente, sus sueños inconclusos y que nunca pero nunca fenezca la esperanza, para construir esta hermosa patria, que a pesar de todo, no la pudieron destruir.
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