Cuál es la genética de un hombre de ojos marrones que tiene un hijo de ojos azules con una mujer de ojos azul
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Por qué podéis tener un hijo con ojos azules aunque los vuestros sean marrones
Aunque nuestros ojos sean de color oscuro, todos los seres humanos somos portadores de cromosomas que determinan los colores claros.
Aunque las probabilidades sean mínimas, la genética es caprichosa: todos los seres humanos tenemos dos cromosomas que determinan el color de los ojos. Uno de ellos es el cromosoma 15, donde un gen influye en el color y cuyos alelos posibles son el marrón y el azul. El otro es el cromosoma 19, cuyo gen que influye en el color tiene como alelos posibles el verde y el azul. Es decir: todos llevamos genes de verde y/o de azul, ya que en nuestro cromosoma 19 no hay cabida para el marrón.
El color de ojos es hereditario, no es una característica al azar, sino que, por el contrario, existe una línea de herencia muy clara. Ahora bien, que el color de ojos sea hereditario no implica necesariamente que los niños nacerán con el color de ojos de sus padres. De hecho, se ha descubierto que la línea de herencia del color de ojos asciende al menos hasta los abuelos de cada uno.
Así que el color de los ojos varía de una persona a otra debido a la información genética que transmiten los padres y los abuelos a través de los cromosomas 15 y 19. Por lo tanto, el color de ojos es un rasgo poligénico que está determinado por la cantidad y el tipo de pigmentos presentes en el iris de los ojos.
Según los postulados de Mendel sobre la herencia de rasgos fenotípicos y genotípicos, la transmisión de información genética depende de la condición (dominancia o recesividad) y de la ubicación (en autosoma o en cromosoma) de un gen.
Respuesta:
Por qué tenemos los ojos de color marrón, azul, verde, negro…
El color de ojos es hereditario, no es una característica al azar, sino que, por el contrario, existe una línea de herencia muy clara. Ahora bien, que el color de ojos sea hereditario no implica necesariamente que los niños nacerán con el color de ojos de sus padres. De hecho, se ha descubierto que la línea de herencia del color de ojos asciende al menos hasta los abuelos de cada uno.