Cuál es la cuna de violencia que aqueja a nuestra sociedad?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Existen múltiples definiciones de violencia, en especial las que relacionan con la imposición de fuerza física. Sien embargo, la violencia es un concepto mucho más global y complejo y se refiere a: "cualquier acto de comisión u omisión y cualquier condición que resulte de dichos actos, que prive a los sujetos de igualdad de derechos y libertades y lo interfiera con su máximo desarrollo y libertad de elegir" Gil D1
La violencia es tan vieja como el mundo y la historia; las mitologías y las leyendas nos la muestran como acompañado siempre a héroes y fundadores.
Sin embargo, la violencia puede explicarse y siendo explicable puede evitarse.
Retomando las palabras de Jean Marie Domenach: "… la violencia no consigue ya justificarse. Cuando las posibilidades últimas de violencia equivalen a la destrucción de la humanidad, resulta insuficiente reclamar limitaciones y controles. Se debe proponer otra visión del problema, otra política. El idealismo resulta necesario cuando confluye con el imperativo de la supervivencia."
La seguridad es una responsabilidad tanto individual como colectiva.
En casi todas las sociedades, la lucha contra la violencia todavía se considera una tarea que le corresponde exclusivamente a las autoridades policiales y judiciales y a las instituciones penitenciales. Sin embargo, la lucha contra la violencia nos corresponde a cada uno de nosotros.
La violencia es tan cotidiana que muchas veces no podemos percibir sus dimensiones reales, la vemos como algo natural, incluso le llamamos amor y preocupación, o bien, democracia o altruismo.
Por ello, se hace necesario reconceptualizar el término violencia, ampliarlo.
Hay una distorsión en la representación social que se suele tener de los hechos violentos, se percibe casi exclusivamente como la que ocurre en espacios públicos, cuando en realidad la mayor parte de éstos transcurre en espacios privados y entre conocidos
A esto ayudan mucho, los mensajes difundidos por los medios de comunicación, favoreciendo esta distorsión al destacar y reiterar los hechos violentos delictivos que estadísticamente suelen ser un problema menor comparados por ejemplo con la violencia doméstica. Por otro lado, llama la atención la facilidad con la que el público receptor de estos medios incorpora las representaciones difundidas. Esto se puede explicarse por qué se vive un clima de violencia social, de violencia cotidiana, y es más fácil aceptar que la violencia no es propia de ciudadanos "decentes" sino de excluidos y desvalorizados delincuentes.
Del mismo modo, se ha hablado mucho del papel de las escenas de violencia en series televisivas y en el cine, con respecto a génesis de violencia en los espectadores.
Es un hecho de que estas escenas probablemente refuercen esta violencia, pero también reflejan actitudes ya dominantes frente a ellas.
Es así como la violencia puede convertirse en una manera de vivir, en una forma aceptada de conducta, respaldada por los hábitos populares y la moralidad convencional, en otras palabras, en una subcultura.
Teorías explicativas
Se han establecido teorías explicativas acerca de la agresión. Por ejemplo:
La teoría del instinto agresivo (innato). La teoría de la frustración/agresión. La teoría del aprendizaje social la teoría del condicionamiento operante de Skinner.
Sin embargo, ninguna teoría por sí sola puede explicar la violencia y caen en un reduccionismo al intentar establecer relaciones lineales entre factores, tornándose en teorías abstractas y ahistóricas.
La naturaleza nos da únicamente la capacidad para la violencia de la circunstancia social depende que ejerzamos efectivamente esa capacidad y la forma de ejercerla.
La violencia no es universal ni inevitable, ni es instintiva, de hecho hay individuos y grupos que muestran un alto grado de violencia, y otros individuos y grupos que muestran muy poca.
Con respecto al aprendizaje, es un hecho que si la violencia tiene éxito, habrá una gran posibilidad de volverla a utilizar; por lo tanto, el aprendizaje de la agresividad desempeña un papel destacado, desde el discurso y desde el modelaje.
Otros factores que pueden favorecerla son las condiciones de frustración. Así por ejemplo, se ha visto que los casos de violencia doméstica, aumentan en condiciones de miseria, de desempleo, o en el caso de nuestro país, en que el índice de denuncias por agresión doméstica se incrementan notablemente después de los partidos de fútbol en los hogares de los aficionados perdedores.
Otros factores que se han asociado con la violencia son el sexo, siendo más frecuente en varones, en condiciones de aglomeración y en relación con características de personalidad de MUJERe las
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