¿Cuál es el valor que tiene para la comunicación y para la educación la mayéutica?
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Respuesta:
Desde sus inicios, la filosofía ha sido un gran camino conductor, entre el pensamiento humano y su correlación, ya que ha permitido a los individuos, encausarlos hacia una correcta deducción y posterior entendimiento de diferentes ideas. Inicialmente los filósofos griegos, amantes de la sabiduría, y en especial Sócrates, ha contribuido a utilizar y llevar a la práctica diversos métodos o técnicas, con el fin de conducir a sus discípulos a poder identificar sus pensamientos y su posterior deducción, para luego llegar a una real comprensión de las cosas.
En la utilización de este método inductivo y dialéctico de enseñanza filosófica, era de vital importancia la intervención del maestro, quien efectuaba estratégicamente al individuo, un conjunto de preguntas acerca de un determinado tema, en forma correlativa y muy ordenada, con el objetivo de conducirlo hacia la respuesta, para que pudiera reflexionar con sus propias ideas que yacían en su interior.
Alcanzar el objetivo, era considerado, llegar a la esencia de las cosas, entendiendo por esencia a aquello “que es lo que hace, que una cosa sea lo que es, y no otra cosa diferente”. De esta manera, el discípulo o individuo lograba abordar la respuesta o verdad de un determinado tema, que quizás le era desconocido hasta ese momento.
Este método innovador, fue denominado mayéutica por Sócrates, comprendiendo que todo método, es el conjunto de pasos a seguir para alcanzar un fin determinado. Finalmente, ésta técnica ha sido muy utilizada para dilucidar temas importantes del mundo griego antiguo, en dónde existía un amplio desconocimiento acerca de la realidad de las cosas y su relación con el pensamiento humano. Es decir, comenzaba a iniciarse un largo recorrido transitado por el vasto camino de lo desconocido, y del enorme potencial abierto hacia el campo de la investigación y del conocimiento.
De esta manera, la mayéutica contribuyó en los seres humanos para que pudieran reflexionar y deducir con mayor claridad sus pensamientos; con el fin de alcanzar “la verdad”, especialmente en aquellos individuos que conformaban la clase más baja de la población griega de aquel entonces. A través del diálogo se infería el conocimiento, aunque para llegar al mismo, el discípulo transitaba por segmentos de aporía, con razonamientos contradictorios de carácter lógico, transformándose en una condición necesaria para alcanzar el aprendizaje.
Desde un determinado punto de vista la tarea del filósofo educador, respecto al educando es muy similar; dado que, el maestro funciona como el conductor entre el individuo y la verdad. Por eso mismo, es que la enseñanza, es considerada como “una obra que construyen dos protagonistas y que se completa cuando ambos logran ingresar en el mundo del otro”, implicando por cierto, un permanente y seductor desafío.
El método de enseñanza Socrático, consiste en no inculcar al alumno el conocimiento, sino que es el maestro el que contribuye a extraer del raciocinio de aquel, las deducciones lógicas, que permiten alcanzar el verdadero conocimiento de lo que hasta ese momento era desconocido.
Es por ello, que el significado etimológico del vocablo “mayéutica” tomado del griego, se relaciona con las parteras u obstetras que ayudan a dar a luz a las parturientas. De la misma manera, Sócrates contribuía, con sus discípulos, para que dieran a luz, a las verdades desconocidas e inconcientes que se encontraban en lo más profundo de su ser. Es decir, los conducía hacia la tan ansiada respuesta, que muchos siglos más tarde, y por medio del Psicoanálisis propuesto por el médico austriaco Sigmund Freud, se llevará a cabo a través del revolucionario método de la asociación libre de ideas. Este método Freudiano, del siglo XIX tenía algunas reminiscencias con el que Sócrates había iniciado en sus comienzos.
La mayéutica consistía en el empleo del diálogo para alcanzar el verdadero conocimiento. Mediante el diálogo y a través de un trato muy personalizado con su discípulo, Sócrates, le ayudaba a que alcanzara por sí mismo el saber.
Si bien, la mayéutica, parece ser muy obvia y simple, requiere de un buen interlocutor que tenga la habilidad para formular preguntas correlacionadas, siguiendo un hilo conductor, que le permita extraer de la mente del individuo en cuestión, la reflexión deseada. Es así, como se debe formular una pregunta a la hora de hacer reflexionar a un joven estudiante, que tiene en su mente diversos temas, e ideas que no puede dilucidar. Acompañar al estudiante marcándole el camino, pero dejando que el recorrido lo realice por su cuenta, para que pueda sostenerse por sí mismo, contribuye a su crecimiento como ser humano pensante, y por lo tanto, como futuro profesional.
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