cuál es el tratamiento para una enfermedad digestiva
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Tratamiento con consejo fitoterápico
La gran prevalencia de este trastorno hace que, de manera frecuente, sea motivo de consulta, tanto en la consulta médica como en la oficina de farmacia.
Algunos de los síntomas a los que más habitualmente se atiende son: la aerofagia, los eructos, la sensación de distensión abdominal postprandial o, en general, las molestias epigástricas. Pero, aunque estas alteraciones resulten muy comunes, el farmacéutico siempre se debe entrevistar al paciente para discernir si es adecuado actuar desde la oficina de farmacia o, en cambio, se debe remitir a la consulta médica.
Durante la entrevista, el farmacéutico debe averiguar la intensidad y la duración de los síntomas. Del mismo modo, es importante saber si los síntomas están presentes desde hace años o si son de aparición reciente. En este último caso, el farmacéutico debe derivar al individuo al médico, al igual que si éste refiere otros signos obvios de alarma. Por ejemplo, la pérdida de peso, la presencia de sangre en las deposiciones fresca o digerida (heces negras), o la presencia de dificultad para tragar son síntomas que requieren acudir al médico lo antes posible. Por otro lado, el farmacéutico debe ser especialmente cuidadoso con los individuos mayores de 45 años, ya que en este sector de la población la incidencia de tumores se incrementa. Una vez realizada la entrevista, el farmacéutico ha de valorar si se trata de un trastorno digestivo crónico funcional, sin síntomas de alarma, que puede tratarse con fitoterapia. No hay que olvidar que, para tratar este tipo de trastornos, la fitoterapia constituye una alternativa terapéutica eficaz, segura y relativamente rápida. Las plantas medicinales más frecuentemente empleadas para tratar la sintomatología de la dispepsia funcional son las que tienen actividad digestiva, eupéptica y carminativa.
Plantas digestivas y eupépticas
Dentro de este grupo se incluyen todas aquellas plantas que favorecen el proceso digestivo, bien porque contienen enzimas proteolíticas, como la papaya o la piña, capaces de desdoblar las proteínas, o bien porque contienen aceites esenciales y otros principios activos capaces de estimular las secreciones digestivas, como la manzanilla común o la mejorana, entre otras.
Respuesta:
Dispepsia funcional
El término dispepsia se refiere a cualquier molestia localizada en la parte central del abdomen superior, similar a lo que comúnmente se conoce como indigestión. Además de dolor en la parte alta del abdomen, puede presentar distensión o hinchazón abdominal, acidez, meteorismo, nauseas o vómitos e incluso saciedad precoz, sobre todo tras la ingesta de alimentos, aunque los síntomas no siempre están relacionados con ésta. En la mayoría de los casos, se trata de una alteración benigna, pero la perseverancia y recidiva de sus síntomas interfieren con las actividades de la vida diaria y empeoran la calidad de vida.
Tratamiento con consejo fitoterápico
La gran prevalencia de este trastorno hace que, de manera frecuente, sea motivo de consulta, tanto en la consulta médica como en la oficina de farmacia.
Algunos de los síntomas a los que más habitualmente se atiende son: la aerofagia, los eructos, la sensación de distensión abdominal postprandial o, en general, las molestias epigástricas. Pero, aunque estas alteraciones resulten muy comunes, el farmacéutico siempre se debe entrevistar al paciente para discernir si es adecuado actuar desde la oficina de farmacia o, en cambio, se debe remitir a la consulta médica.
Plantas digestivas y eupépticas
Dentro de este grupo se incluyen todas aquellas plantas que favorecen el proceso digestivo, bien porque contienen enzimas proteolíticas, como la papaya o la piña, capaces de desdoblar las proteínas, o bien porque contienen aceites esenciales y otros principios activos capaces de estimular las secreciones digestivas, como la manzanilla común o la mejorana, entre otras.
Plantas carminativas
Uno de los síntomas más comunes de la dispepsia es la distensión abdominal y la aerofagia. En estos casos está indicado el uso de plantas carminativas, que tienen en común su riqueza en aceite esencial de composición variada, aunque destaca la presencia de anetol (anis estrellado, hinojo, anís verde), aldehído cumínico (comino) o carvona (comino de prado). Entre otros efectos, estos aceites esenciales tienen actividad espasmolítica capaz de producir la relajación de la musculatura lisa del cardias. En consecuencia, favorecen la expulsión de gases.
Dentro de este grupo terapéutico se encuentran plantas tan comunes como el hinojo, el anís verde, el anís estrellado o el comino. Todas ellas son drogas seguras, eficaces y prácticamente carecen de efectos indeseables, siempre que se utilicen adecuadamente y a las dosis terapéuticas recomendadas.
Plantas medicinales estimulantes del apetito
Otra alternativa en el tratamiento fitoterapéutico de la dispepsia es el uso de plantas estimulantes del apetito. Estas drogas contienen sustancias amargas capaces de estimular las papilas gustativas de la mucosa bucal, las cuales por un efecto reflejo aumentan la secreción de los jugos gastrointestinales, la motilidad gástrica y el vaciado estomacal. En consecuencia, favorecen la digestión.
El uso de este tipo de plantas medicinales está indicado para tratar la falta de apetito y las dispepsias. Entre las más utilizadas de este grupo destaca la raíz de genciana.
Estreñimiento
El estreñimiento se puede definir como la dificultad y/o disminución en la frecuencia de evacuación de las heces a menos de 3 evacuaciones semanales. Sin embargo, se trata de una alteración difícil de definir, tanto por su naturaleza subjetiva como por la dificultad en establecer el criterio del hábito intestinal normal. Puede ser un trastorno agudo o crónico. Cuando se presenta de forma aguda, generalmente se debe a una de estas tres causas: debido a un proceso patológico agudo que requiere atención médica, a la prescripción de un nuevo fármaco o al cambio de un hábito de vida. Por tanto, el estreñimiento agudo suele ser fácilmente identificable, tanto por el profesional como por la propia persona que lo padece. Por su parte, el estreñimiento crónico puede responder a un origen orgánico o a una causa funcional. Este último es el más frecuente y suele deberse a una alteración en la progresión intestinal de las heces, la mayoría de las veces consecuencia de la alimentación occidental, pobre en fibra, y a una vida demasiado sedentaria. En el caso del estreñimiento secundario (con un origen orgánico), se debe dirigir al paciente a la consulta médica. Sin embargo, muchas veces se tratará de un estreñimiento funcional, ante el cual el farmacéutico podrá actuar desde su oficina de farmacia.
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