Cual es el simbolismo del Salto del Tequendama en Colombia?
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Durante años el Salto del Tequendama y la casona que a él se asoma fueron blanco de cazadores de espíritus y suicidas, pero con el regreso del agua a esta cascada situada 32 kilómetros al sur de Bogotá el lugar empieza a recuperar su valor histórico y natural. Cuando se menciona este emblemático paraje a los colombianos lo primero en aparecer en las conversaciones son relatos sobre las personas que abandonaron la vida saltando desde sus rocas más altas o desde el edificio abierto como hotel en 1928 con vistas privilegiadas a la cascada.
Esa construcción, conocida como la Casa Tequendama, ponía los pelos de punta en los momentos álgidos de su abandono y era visitado por cazadores de leyendas del más allá. Sin embargo el Salto, una caída de agua de 157 metros en el lecho del contaminado río Bogotá, y el antiguo hotel, ahora llamado Casa Museo Tequendama, empiezan a vivir nuevos tiempos, dejando atrás décadas de abandono.
No hace mucho el Embalse del Muña retenía el agua del río para generar energía eléctrica y dejó seca la pared de piedra por donde cae el agua. Al mismo tiempo, la Casa acumulaba polvo e historias de fantasmas desde que en la década de los ochenta dejó de ser un restaurante con vistas impresionantes.
Ahora los visitantes pueden admirar de nuevo el espectáculo natural del Salto desde un edificio en vías de restauración que da sus primeros pasos como museo desde que el Consejo de Estado, en una resolución de marzo de 2014 para limpiar el río Bogotá, ordenó a las autoridades ambientales tomar medidas para que la cascada tenga siempre un caudal mínimo.