cual es el principal reto que tiene la democracia en nuestro pais
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:LOS RETOS DE LA DEMOCRACIA
Ciudadanos del Perú: Hoy que el Congreso de la República inicia las
celebraciones por el Día Internacional de la Democracia, que se conmemora
mundialmente cada 15 de septiembre, con la participación de las principales
instituciones públicas, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil,
todas ellas soporte
institucional de la
democracia; y sobre todo,
con la especial presencia
de todos y cada uno de
ustedes congregados
aquí en la Plaza Bolívar,
es una circunstancia que
me motiva reflexionar
sobre los retos que
nuestra democracia está
enfrentando y tiene que
enfrentar.
Ciudadanos y jóvenes, creemos que la democracia de nuestro tiempo no sólo
puede entenderse como acudir a votar cada cinco años, sino también como
aquella que garantiza el cumplimiento de los derechos ciudadanos, la
participación en los asuntos públicos, la deliberación, las libertades públicas,
los valores y principios democráticos, el control del poder, etcétera.
Instituciones que funcionen
También estamos convencidos de que la democracia, para que se consolide en
una sociedad, requiere que sus instituciones funcionen bien y en beneficio
para los ciudadanos. Las instituciones no son maquinarias perfectas, pues la
conforman seres humanos.
Las instituciones tienen, como repito, una finalidad última, que sus directivos
y sus miembros no pueden olvidar a pesar de sus imperfecciones y
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limitaciones, que deben servir al ciudadano brindando el servicio para el que
fueron creados.
Cuando la ciudadanía siente o cree que en nuestro país no se respeta la ley,
que el dinero sirve para doblegar las voluntades de los funcionarios públicos,
entonces, no solo está en cuestión, el funcionario y la institución pública a la
que representa, también lo está sobre todo, la democracia.
Por eso, hago un llamado a cada uno de los peruanos y peruanas que tienen el
honor de servir no solo al Estado, sino fundamentalmente al ciudadano, para
que tengan presente que a través de sus actos siempre cumplan con el
objetivo y función fundamental: satisfacer al ciudadano.
Por estas razones debemos redoblar esfuerzos y voluntades para cambiar de
actitud y no caer en el pesimismo y en la amarga creencia que todo está
perdido en el Estado y la sociedad, donde sólo prima la impunidad, la injusticia
y la corrupción.
Ustedes y nosotros sabemos que no todo está perdido, que aún existe la
reserva moral y ética para demostrar que nuestra democracia y nuestra
sociedad son capaces de enfrentar los graves desafíos que tenemos en frente:
corrupción, delincuencia, inseguridad, justicia, salud, alimentación, educación,
crecimiento económico, bienestar, en suma, desarrollo. O dicho de otro modo,
calidad democrática.
¿Por dónde empezar?
Así como hago un llamado a los ciudadanos que sirven al Estado para que
recuerden cuál es su misión. También quiero hacer un llamado a ustedes
ciudadanos y ciudadanas.
No es suficiente estar indignados, no basta ver solamente en el otro sus errores
y delitos, es indispensable, ineludible, reflexionar sobre qué hacemos cada uno
de nosotros desde nuestra cotidianidad para entrar o no en esos mismos
círculos. No basta decir del otro que es un corrupto porque fue descubierto,
cuando nosotros mismos podemos haber cometido algún acto al margen de la
ética, de la moral o de la ley.
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El cambio, el verdadero cambio empieza en cada uno de nosotros, en nuestro
fuero interno, en nuestra familia, en nuestra casa de estudios, en nuestros
trabajos, en suma, en nuestra propia vida.
Si cada uno de nosotros nos convertimos en mejores personas, y por ende, en
mejores ciudadanos, qué duda cabe que nuestra sociedad y nuestra
democracia serán cada vez mejor, más humana, más tolerante, más
respetuosa de nuestras diferencias, más atenta a lo que hacemos los
gobernantes.
Hace algunos años, las circunstancias de la vida me pusieron en una situación
particularmente especial que desnudaría el nivel de corrupción de ciertos
funcionarios públicos. En esa circunstancia, más que mi propia seguridad, a
pesar del peligro que podría correr mi familia, tuve que hacer lo correcto, no
pensando en mi beneficio, sino en beneficio de mi país, del Perú, de la
democracia: desnudar la corrupción.
Y es que para derrotarla no sólo necesitamos hombres de Estado y de gobierno
que actúen pensando en el país y ¡no! en las próximas elecciones, sino
fundamentalmente de jóvenes como ustedes comprometidos con su patria,
con su comunidad, con la democracia.
Por ello, es necesario construir una mejor sociedad y una mejor democracia,
sobre la base de una activa participación de cada uno de nosotros, a fin de
tomar decisiones que beneficien a nuestros hijos y a las futuras generaciones
que heredarán nuestro principal legado; el legado de haberles dejado un país
en el que la libertad, la igualdad, la tolerancia, la justicia, los derechos
humanos, el desarrollo y la democracia, no solo sean una aspiración o un
sueño, sino una realidad cotidiana
Respuesta: Nuestras democracias afrontan tres nuevos retos: las crecientes desigualdades sociales, la precarización laboral y la transformación tecnológica del trabajo. Son desafíos que demandan una reorganización de la democracia sobre la base de la reformulación de las cuestiones públicas, la definición de un nuevo marco social y el establecimiento de nuevos valores más acordes con la dimensión humana del progreso.