Cuál es el plan de Dios para Jerusalén en el día del señor?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El plan de Dios para el "restablecimiento" de su reino
La presencia en nuestro mundo de esta rebelión contra el gobierno de Dios, rápidamente se extendió por toda la raza, alcanzando tal magnitud que algunos se preguntan con cierta lógica si realmente él sigue siendo el Soberano que dirige los destinos de este mundo, o si su posición como rey es tan solo una figura decorativa heredada del pasado, que como en muchas monarquías en nuestras sociedades contemporáneas, tienen un papel simbólico, estando en realidad sujetas a la población, que es quien toma las decisiones de forma democrática.
La historia bíblica deja claro que Dios nunca ha abdicado como Rey legítimo de este mundo, ni tampoco acepta ser su Rey en un sentido simbólico. Dios tiene el poder y el derecho legítimo para acabar con cualquier rebelión, y de hecho lo hizo cuando trajo el diluvio universal sobre este mundo (Gn 6-7), o destruyó ciudades concretas como Sodoma y Gomorra (Gn 19:1-29), o dispersó a la sociedad altiva que se levantó contra él en Babel (Gn 11:1-9).
Sin embargo, aunque Dios tuvo que intervenir en juicio debido al peligroso incremento de la inmoralidad, su deseo nunca ha sido destruir al hombre. Su propósito no es establecer su reino en este mundo por la fuerza, que evidentemente podría hacerlo, sino que su plan es otro muy diferente.
A lo largo de todo el Antiguo Testamento encontramos anuncios de este plan de restauración que Dios se propone. En relación a esto tenemos que recordar el llamamiento que hizo a un hombre, Abraham, de quien después formaría la nación de Israel. Su intención era manifestar su voluntad por medio de un pueblo, donde su reino universal que jamás se interrumpe, fuese manifestado de manera visible en nuestro mundo. Con este fin estableció un pacto con Abraham por el que le garantizaba bendiciones personales, la multiplicación de su simiente, la posesión de la tierra prometida, y la protección de la raza contra sus enemigos. Todas estas promesas de bendición para toda la raza encontraban su base en su "simiente", es decir, en un descendiente suyo (Genesis 15:1-21).
Explicación:
Ojalá te ayude.