¿cuál es el papel que juega el gobierno en la garantía o vulneración de estos derechos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Qué vínculos existen entre la gobernanza y los derechos humanos?
La buena gobernanza y los derechos humanos se refuerzan entre sí. Los principios de derechos humanos proporcionan un conjunto de valores que orientan la
labor de los gobiernos y de otros agentes políticos y sociales. Además, ofrecen
un conjunto de pautas de actuación respecto de las cuales deben rendir cuentas esos agentes. Por otro lado, los principios de derechos humanos informan el contenido de las actividades en materia de buen gobierno: pueden instruir
para la elaboración de marcos legislativos, políticas, programas, asignaciones
presupuestarias y otras medidas. Sin embargo, si no hay una buena gobernanza,
los derechos humanos no pueden ser respetados y protegidos de manera sostenible. La aplicación efectiva de los derechos humanos depende de que exista
un entorno propicio y favorecedor. Ello incluye la existencia de instituciones y
marcos jurídicos apropiados, así como de procesos políticos, administrativos y
de gestión responsables de atender y satisfacer los derechos y las necesidades
de la población.
En la presente publicación se define la buena gobernanza o buen gobierno como
el ejercicio de la autoridad por medio de procesos políticos e institucionales
transparentes y responsables que fomenten la participación ciudadana. Cuando
menciona los derechos humanos, se refiere a las normas consagradas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y detalladas en varios tratados internacionales que definen las normas mínimas para garantizar la dignidad humana
(véase el recuadro).
En ella se examinan los vínculos entre el buen gobierno y los derechos humanos
en cuatro esferas: instituciones democráticas, prestación de servicios del Estado,
Estado de derecho y medidas contra la corrupción. Se exponen distintas formas
en que diversos agentes sociales e institucionales, desde grupos de mujeres o de
minorías hasta los medios de información, la sociedad civil o los organismos del
Estado, han llevado a cabo reformas en esos cuatro ámbitos.
Cuando están orientadas por los valores de los derechos humanos, las reformas
de las instituciones democráticas con arreglo al buen gobierno crean vías para
la participación de los ciudadanos en la formulación de políticas, sea por
conducto de las instituciones estructuradas o mediante mecanismos informales de consulta. También establecen mecanismos para la inclusión de múltiples
grupos sociales en los procesos de adopción de decisiones, especialmente a
nivel local. Por último, pueden alentar a la sociedad civil y a las comunidades locales a formular y expresar sus posiciones sobre cuestiones importantes
para ellas.
En el ámbito de la prestación de servicios del Estado a la población, las reformas
de la gobernanza promueven los derechos humanos cuando mejoran la capacidad del Estado para cumplir su responsabilidad de ofrecer bienes públicos indispensables para la protección de cierto número de derechos humanos, como el
derecho a la educación, a la salud y a la alimentación. Las iniciativas de reforma
pueden incluir mecanismos de rendición de cuentas y transparencia, herramientas de política atentas a los aspectos culturales para garantizar que los servicios
sean accesibles y aceptables para todos, y vías de participación ciudadana en la
adopción de decisiones.
En lo que se refiere al Estado de derecho, las iniciativas de gobernanza que
tienen en cuenta los derechos humanos reforman la legislación y ayudan a las
instituciones, desde los sistemas penales hasta los tribunales y los parlamentos .
Explicación: