Cuál es el papel fundamental que tienen las mujeres con respecto a la resurrección y su compromiso de ser anunciadoras del reino de Dios
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
sentimientos profundos de fidelidad y de piedad de las discípulas de Jesús, les dieron el coraje de acompañarlo hasta la cruz y de ser las primeras en acercarse al sepulcro. Y Jesús se lo premió haciéndolas las primeras en recibir el anuncio jubiloso de la resurrección, las primeras en encontrarse con el Señor resucitado y las anunciadoras de la noticia a los apóstoles. Se produce aquí una revaloración radical de las mujeres. Para los judíos, no valía la pena perder el tiempo enseñando la Ley a las mujeres. Para Jesús, ya no son las últimas sino las primeras en conocer y transmitir la verdad fundamental de su resurrección.
A la vista de la importancia central de la resurrección de Jesús para nuestra vida, cabría hacer una última observación. La espiritualidad y la piedad cristiana tradicional ha insistido mucho en el acompañamiento del Jesús sufriente. Así se explica la importancia que tiene la Semana Santa y venerables prácticas piadosas como el «Vía crucis». Y esto ha quedado plasmado en la iconografía: Cristo crucificado es la imagen más frecuente en templos, casas y hasta en caminos. ¿Seguimos con igual intensidad a Cristo glorificado? San Ignacio de Loyola, en sus Ejercicios Espirituales, junto al «Vía crucis» (Camino de la cruz), propone un «Vía lucis» (Camino de la luz), es decir, una contemplación de catorce apariciones del Resucitado. ¿No necesitaríamos los cristianos actuales insistir más en la espiritualidad pascual, ser más expertos en el canto de la Pascua, que es el canto a la vida, al triunfo definitivo de todo lo que es vida
Respuesta:
Explicación:
sentimientos profundos de fidelidad y de piedad de las discípulas de Jesús, les dieron el coraje de acompañarlo hasta la cruz y de ser las primeras en acercarse al sepulcro. Y Jesús se lo premió haciéndolas las primeras en recibir el anuncio jubiloso de la resurrección, las primeras en encontrarse con el Señor resucitado y las anunciadoras de la noticia a los apóstoles. Se produce aquí una revaloración radical de las mujeres. Para los judíos, no valía la pena perder el tiempo enseñando la Ley a las mujeres. Para Jesús, ya no son las últimas sino las primeras en conocer y transmitir la verdad fundamental de su resurrección.