Castellano, pregunta formulada por ximeniux68, hace 2 meses

cual es el nudo o intriga del texto la casa encantada? y cual es su desenlace? ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por famillyram0503
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Millones de personas en el mundo están experimentando eventos climáticos extremos en 2018.

Las olas de calor han llevado temperaturas sofocantes desde Japón hasta el delicado Ártico. Los incendios forestales se multiplican desde California a Grecia y se declaró un estado de sequía en todo el estado más poblado de Australia, Nuevo Gales del Sur.

Para los climatólogos, estos eventos son una advertencia de la amenaza representada por el cambio climático generado por la acción humana y causado por las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

"Creo que la gente está asociando correctamente su experiencia personal con el calentamiento global del planeta inducido por la acción humana", afirmó Bill Hare, climatólogo

Contestado por perriydroguitas
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Respuesta:

¿Cómo se llama la parte del cuento de la casa encantada?

Introducción

Nudo

Desenlace

Explicación:

Introducción:

En el cuento una joven sueña 3 veces que camina por una colina hacia una casa blanca, siempre que llama a la puerta un anciano abre y cada vez que ella trata de hablar con él, se despierta, ella ve el sendero de su sueño, lo sigue encontrando la misma casa y finalmente logra hablar con el anciano. Ella le pregunta si la casa está en venta, él le recomienda no comprarla ya que un fantasma pasa por ella, cuando le pregunta quién es el fantasma, le contesta que es ella.

Nudo

Un momento después, la luz se había debilitado. ¿Afuera? ¿En el jardín quizás? Pero los árboles tejían sombras para un anacore­ta rayo de sol, El rayo que yo buscaba siempre ardía detrás del vidrio. Muerte era el vidrio; muerte acechaba entre nosotros; acercándose primero a la mujer, cientos de años atrás, abando­nando la casa, tapiando todas las ventanas; las estancias quedaron oscurecidas. “

Aquí dormimos”, dice ella. Y él añade: “Besos incontables”. “El despertar por la mañana…” “Plata entre los árboles…” “Arri­ba…” “En el jardín…” “Cuando llegó el verano…” “En la nieve de invierno…” Las puertas siguen cerrándose de lejos, distantes, con un delicado sonido como el latido de un corazón.

Se acercan más; callan en el pasillo. Cae el viento, resbala plateada la lluvia sobre el vidrio. Nuestros ojos se oscurecen; no escuchamos pasos a nuestro lado; no vemos a señora alguna ex­tendiendo su manto fantasmal. Las manos del caballero forman una pantalla frente a la linterna. Con un suspiro, él dice: “Míralos, profundamente dormidos.

Desenlace

Locos rayos de luna cruzan el piso y el muro, y, al encontrarse, manchan los rostros que se inclinan; los rostros que razonan; los rostros que examinan a los durmientes y buscan su alegría oculta.

“A salvo, a salvo, a salvo”, late con orgullo el corazón de la casa. “Tantos años…”, suspira él. “Me has encontrado de nuevo”. “Aquí”, murmura ella, “dormida; en el jardín leyendo; riendo, detrás de las manzanas en la buhardilla. Aquí dejamos nuestro tesoro…” Al inclinarse, su brillo levanta mis párpados. “¡A salvo! ¡A salvo! ¡A salvo!”, late frenético el pulso de la casa. Me despierto y grito: “¿Es este el su tesoro enterrado? La luz en el corazón”.

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