cual es el nombre de los caudillos siglo XIX en América Latina.
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Los virus pueden saltar entre especies, y si bien pueden originar en especies silvestres de aves,
murciélagos y otras, es la destrucción de los hábitats naturales lo que los empuja fuera de sus
áreas, donde las cepas infecciosas estaban controladas dentro de su propia población. De allí,
pasan a las áreas rurales y luego a las ciudades. Pero es en los inmensos centros de cría animal
donde hay mayores chances de que se produzca la mutación que luego afectará a los seres
humanos, por la continua interacción entre miles o millones de animales, muchas diferentes
cepas de virus y el contacto con humanos que entran y salen de las instalaciones.
El aumento de la interconexión de los transportes globales, tanto de personas como de
mercancías -incluyendo animales- hace que los virus mutantes se desplacen rápidamente a
muchos puntos del planeta.
Un aspecto complementario: como mostró Grain, el sistema alimentario agroindustrial es
responsable de cerca de la mitad de los gases de efecto invernadero que producen el cambio
climático, cambio que también hace que migren las especies, incluso mosquitos que también
pueden trasmitir algunos virus. Especialmente la cría intensiva de animales es responsable de la
mayor parte de esas emisiones.
Claro que aunque conozcamos lo que lo produjo, no cambia que este virus existe y tiene
consecuencias ahora, y es importante cuidarnos y sobre todo a los más vulnerables por diversos
factores. Aún así, no está de más recordarnos que según informa la Organización Mundial de la
Salud, el 72 por ciento de las muertes en el mundo son por enfermedades no trasmisibles, varias
de las cuales están ligadas directamente al sistema alimentario agroindustrial, como
enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, obesidad, cánceres digestivos, malnutrición.
Pero el enfoque de acción en emergencia y la búsqueda de supuestas vacunas implicando que
la pandemia se podría controlar por medios técnicos, oculta las causas y promueve la
perpetuidad del problema, porque vendrán otras epidemias o pandemias mientras las causas
sigan sin tocarse. En algunos países, las industrias agroalimentarias, principales productoras de
los virus, se ven incluso beneficiadas por las epidemias, al ser consideradas por los gobiernos
como “industrias básicas” para la sobrevivencia.
Lo cual es una falaz mentira, ya que es la producción campesina, indígena y de pequeña escala,
incluso urbana, la que alimenta a 70 por ciento de la humanidad. Son los agronegocios los que
nos dan comida basura y llena de agrotóxicos, que nos enferman y debilitan ante las pandemias,
al tiempo que siguen acaparando tierras campesinas y áreas naturales, señala ETC.
En la emergencia, surgen otros jugosos negocios para algunos, tanto empresas como bancos.
Algunas, como las farmacéuticas, las productoras de insumos para la protección sanitaria, las
empresas de ventas en línea y de producción de entretenimiento, se enriquecen ridículamente
con la declaración de pandemia.
Otras empresas tienen pérdidas – que trasladan a las y los trabajadores y a la sociedad de
muchas maneras, incluso en aumento de precios– pero serán las primeras en beneficiarse de
subsidios gubernamentales, que bajo el