cuál es el motivo de que Fitzcarraldo tenga una obsesión tan grande por la ópera?
Respuestas a la pregunta
Respuesta
Fitzcarraldo (1982) es una de las películas más delirantes e increíbles que se hayan realizado a lo largo de la historia del cine. Junto con ‘Aguirre, la ira de Dios’, ‘Nosferatu’ y ‘El enigma de Kaspar Hauser’, es uno de los principales mojones en la carrera del director alemán Werner Herzog (ganó el premio al Mejor Director en el Festival de Cannes), todo un cruzado del séptimo arte, y un auténtico ícono para los estudiantes y profesionales vinculados con la cinematografía. Es difícil encontrar en archivo un proyecto de estas características: Brian Fitzgerald ‘Fitzcarraldo’ (interpretado por Klaus Kinski) es un hombre excéntrico, que ama la música lírica con obsesión y decide construir un teatro de ópera ¡en plena selva amazónica! Para poder llevar a cabo su plan debe transportar un gran barco fuera del agua por encima de un monte. La película está basada en la historia real del comerciante cauchero peruano Carlos Fermín Fitzcarrald. Y sepan ustedes estimados lectores que el señor Herzog no recurrió a los efectos especiales, ni a ningún tipo de escenografía artificial, sino que efectivamente trasladó un enorme barco de un río a otro subiendo y bajando un complicado y empinado cerro tan sólo con la ayuda de un grupo de nativos y su equipo técnico, mientras su actor fetiche Klaus Kinski, un tipo con serios problemas psicológicos, padre de la actriz Nastassja, se peleaba constantemente con la tripulación y amenazaba con matar al director con un machete mientras estuviese durmiendo (ver documental ‘Mi enemigo íntimo‘). Editorial Entropía y el Goethe-Institut Buenos Aires invitan hoy a las 19 hs a la presentación de ‘Conquista de lo inútil (diario de filmación de Fitzcarraldo)’, un libro escrito por Werner Herzog durante aquellas aciagas jornadas. A continuación de la charla, de la que participarán el crítico Quintín y Ariel Magnus (traductor de la obra) se proyectará, justamente, “Fitzcarraldo . La cita es en el Goethe-Institut. Av. Corrientes 319. Entrada libre. ‘Por motivos que me son desconocidos, no me fue posible siquiera leer los diarios que escribí durante mi trabajo en la película “Fitzcarraldo . Hoy, veinticuatro años más tarde, me resultó fácil, aun cuando técnicamente no fue sencillo descifrar la propia letra, que en aquel entonces estaba reducida a un tamaño microscópico. Estos textos no son un informe de filmación –apenas si se la menciona–, y diarios son sólo en el sentido más amplio: son otra cosa, más bien paisajes interiores, nacidos del delirio de la jungla. Pero tampoco de eso estoy seguro.‘ Werner Herzog, enero de 2004.
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