Cuál es el impacto de las decisiones judiciales en la formulación del derecho penal relativo a los ciberdelitos
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Respuesta
De acuerdo con el Estudio Integral sobre la Ciberdelincuencia (Borrador, 2013) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), en 2011, alrededor del 33 por ciento de la población mundial, es decir, unos dos mil trescientos millones de personas, puede acceder a Internet. Es importante destacar que casi dos terceras partes viven en países en desarrollo y casi la mitad son menores de 25 años de edad. La penetración rápida y universal de los servicios de banda ancha se refleja en la predicción de que en el año 2017, el setenta por ciento de la población del mundo dispondrá de acceso y para el 2020 la cantidad de dispositivos conectados en red será seis veces mayor que la población mundal. Está claro que para entonces será difícil de imaginatr algún delito que no deje evidencia electrónica ligada a una conexión de protocolo de Internet. Recientes revelaciones relativas a la interceptación masiva o al menos el registro de las comunicaciones electrónicas en los Estados Unidos, Europa y otras regiones del mundo por parte de los Estados Unidos y otros países, creando una enorme base de datos de las comunicaciones, los movimientos y las ubicaciones de las personas, nos dan una idea del alcance y ámbito del nuevo y "valiente” mundo electrónico en el que estamos entrando. La ciberdelincuencia está creciendo de forma considerable, exponencialmente según algunos. Esto es inevitable, dado el hecho de que las herramientas y modalidades electrónicas están cada vez más profundamente interrelacionadas con todas las comunicaciones y transacciones personales, profesionales, financieras, de cumplimiento de la ley, gubernamentales y comerciales. Los mercados negros cibernéticos, robo de datos, recolección y venta de información personal y financiera, la creación y distribución de software malicioso, la gestión de botnets, que infectan los dispositivos electrónicos, son algunos de los ejemplos más comunes y cada vez mayores de empresas criminales que desafían la ley penal y la administración de justicia en la actualidad. Parece que la mayoría de las actividades delictivas en estos días son de carácter organizado. Con los grandes progresos en el hardware y los importantes avances en el software, también es más fácil de manipular el sistema. Las habilitades sofisticadas, avanzadas, casi de culto, necesarias para ser un hacker hace pocos años ya no son necesarias. Casi todo el mundo, se dice, puede ser un hacker o participar en actividades fraudulentas a través del Internet. En muchos países en desarrollo, se ha informado, esto está bajo el control de grupos de jóvenes que participan en el fraude y la estafa.