cual es el fragmento del cuento prólogo de cuentos e inquietantes
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El primer cuento que leí de Liliana Heker fue para mí un descubrimiento tan importante que recuerdo dónde estaba, cómo cerré el libro para intentar entender por qué me había impactado de esa manera, y cómo volví a abrirlo unos minutos después para releerlo todo desde el principio. “La fiesta ajena”, quizá uno de sus cuentos más antologados y traducidos, fue mi primer acercamiento a su mundo, pero ya estaban ahí todos sus territorios: lo siniestro agazapado en la cotidianidad familiar, la infancia, la fascinación por lo desconocido, por la memoria, por la absurda cordura. Volví a leer la primera línea: “Nomás llegó, fue a la cocina a ver si estaba el mono”. Era impresionante todo lo que disparaba esa línea: ¿quién había llegado? ¿Por “mono” había que entender realmente a un mono? Y si era así, ¿por qué había un mono en la cocina y qué tan peligrosa podía ser semejante situación? Entonces no se trataba solamente del efecto de esas palabras sobre el papel, se trataba también de todo lo que Liliana Heker estaba escribiendo en mi cabeza. Seguí leyendo. Con eficientes puntadas de ternura y crueldad la trama ya estaba bordada, y tan pronto como Rosaura cree que al fin ha encontrado su lugar en el mundo, la brutal realidad de las clases sociales la devuelve a su sitio. Una historia inquietante, directa y brutal.