cual era el contenido del muralismo mexicano?
Respuestas a la pregunta
El Muralismo fue un movimiento artístico que surgió en México en la década de 1920. Los artistas que participaron en él intentaron plasmar su visión sobre la identidad nacional y la situación social y política del país.
Respuesta:
El muralismo y la Revolución Mexicana
Así sucedió en México con la revolución de 1910, que marcó un cambio profundo en la vida de una sociedad que buscaba y necesitaba una transformación en todas sus estructuras. El movimiento armado, a pesar del alto costo que tuvo para la población y para el país en su conjunto, abrió nuevas posibilidades antes no contempladas, cuyo contenido se enriqueció a partir de las más variadas fuentes, creándose proyectos que la llegada de gobiernos estables permitió hacerlos realidad. Entre estos proyectos quedaba incluido el cultural y artístico, cuya principal manifestación fue el movimiento muralista.
El muralismo se convirtió en el fenómeno artístico de mayor importancia del arte mexicano del siglo XX, y es el que finalmente lo proyectó al resto del mundo, independizándolo de manera definitiva de la estética europea. Ya desde principios del siglo pasado, los jóvenes artistas mexicanos, en un momento de franca rebeldía y a pesar de haberse educado todos ellos dentro de la Academia, comenzaron a buscar un cambio en la forma de hacer arte, rechazando todos los convencionalismos en la pintura y promoviendo la búsqueda de un estilo propio. Los muralistas lo lograron, y no sólo cambiaron la forma de hacer arte, sino que, a través de los murales, narraron la epopeya revolucionaria de la que México acababa de salir, y dieron a conocer un país popular, tradicional e indígena que había permanecido oculto para muchos durante el siglo XIX.
Si bien en México ya existía la pintura mural desde tiempos remotos, el muralismo como tal inició en 1921, al término de la Revolución Mexicana y durante el gobierno de Álvaro Obregón, y culminó en 1955, cuando perdió fuerza como movimiento artístico articulado que cumplía una función política y social específica.
La historia del renacimiento mural mexicano es, en muchos sentidos, una historia larga y compleja, llena de contradicciones y paradojas, de mitos y leyendas. Para algunos fue un movimiento artístico dominado por tres hombres: Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, cuya obra llegó a definir la esencia del movimiento. Para otros, el muralismo es parte de una revolución cultural que incluyó a muchos otros autores y que floreció en México después del movimiento de 1910. Sin embargo, desde ambas perspectivas, el nacimiento del muralismo dio como resultado la creación de toda una mitología del arte revolucionario que sirvió como catarsis para éste.
El movimiento mural mexicano, que se extendió a lo largo de cinco décadas, desde principios de los años veinte hasta los años cincuenta, aunque en el caso de Siqueiros, hasta principios de los años setenta del siglo pasado, representa uno de los acontecimientos más significativos y de mayor empuje del arte público del siglo XX. Nunca antes un movimiento artístico había estado tan íntimamente relacionado con los acontecimiento que se sucedían, al grado de crear una conexión vital entre arte y sociedad, entre el muralismo y el México posrevolucionario.
Durante este periodo de tiempo, México experimentó una enorme transformación, de una sociedad revolucionaria, nacionalista, semianalfabeta y en su mayoría rural, a un país desarrollado, moderno y en gran medida industrializado. La manera en que los murales de estos tres pintores reflejaron la realidad cambiante de México y de su población, y la manera en que el pueblo percibió esos murales a lo largo de estas décadas de cambio, nos lleva a reflexionar sobre la función que el arte puede llegar a tener dentro de una sociedad, que en el caso del muralismo, deja de ser meramente estético para cumplir una función social, en la que se denuncia la opresión a la que estuvo sometido el pueblo y se alaban los logros de una revolución que le permiten liberarse de ella.
En 1921, México estaba saliendo del estado de convulsión y violencia que conllevó el movimiento armado iniciado en 1910, del que surgió un país anhelante de encontrar su propio camino. Este contexto es el que hace posible el nacimiento del muralismo, un movimiento complejo en el que participaron gran cantidad de artistas, entre los que hubo fuertes diferencias estéticas y diversas visiones, y en el cual cada uno desarrolló una personalidad diferente; sin embargo, todos estos autores compartieron aspiraciones comunes, entre ellas, el plasmar un renovado espíritu nacionalista. La monumentalidad era inevitable, no únicamente por los espacios donde se desarrolló, casi todos ellos de arquitectura colonial, sino porque su fin era destacar y engrandecer los logros de la revolución y resaltar el surgimiento de una identidad nacional de la que el mexicano debía sentirse orgulloso.
Sin lugar a dudas el Movimiento Muralista es el fenómeno artístico de mayor importancia del arte mexicano del siglo XX. Sus aportes han hecho que su influencia rebase las fronteras de lo nacional.
Me das coronita pa' poder subir? :,3