Cuál era el conocimiento geográfico que se tenia durante gran parte del siglo XV?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los conocimientos geográficos durante gran parte de la Edad Media carecieron del
rigor científico propio de la época clásica, derivando hacia el ámbito de lo legendario,
lo religioso y lo simbólico. Tras la conmoción acaecida por las invasiones germánicas
y la caída del Imperio Romano, tuvo lugar un cambio rápido y radical en las formas
de vida y de pensamiento de los europeos que coincidió con un paulatino afianzamiento de la religión cristiana. Esta nueva situación provocó un cambio de enfoque
a la hora de abordar los conocimientos geográficos y muchos escritos antiguos quedaron amontonados y olvidados en las vitrinas de los scriptoriums monásticos. Sin
embargo, precisamente este carácter religioso del periodo medieval serviría a su vez
como impulsor del conocimiento de nuevas tierras con las miras puestas en la conquista del mundo conocido a favor de la predicación y la evangelización.
Palabras clave: conocimientos geográficos, Edad media, cartografía, descubrimientos geográficos
Explicación:
Respuesta:
¿Qué sucedio en el siglo XV con la geografía?
El siglo XV representa un cambio radical en las condiciones de desarrollo de los conocimientos geográficos. Se recuperaron los conocimientos clásicos y además se conocieron nuevos territorios y pueblos. Autores muy distintos intervienen en la labor descriptiva de estos nuevos territorios.
Los conocimientos geográficos durante gran parte de la Edad Media carecieron del
rigor científico propio de la época clásica, derivando hacia el ámbito de lo legendario,
lo religioso y lo simbólico. Tras la conmoción acaecida por las invasiones germánicas
y la caída del Imperio Romano, tuvo lugar un cambio rápido y radical en las formas
de vida y de pensamiento de los europeos que coincidió con un paulatino afianzamiento de la religión cristiana. Esta nueva situación provocó un cambio de enfoque
a la hora de abordar los conocimientos geográficos y muchos escritos antiguos quedaron amontonados y olvidados en las vitrinas de los scriptoriums monásticos