¿ cual deberia ser la preparacion de cada uno de nosotros para recibir la comunion ? bien cfontestada
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La preparación espiritual es la más importante. Muchos católicos optan por dedicar un tiempo a la oración privada antes de la misa, con el fin de prepararse para la Sagrada Comunión. Para ser dignos de recibir la Sagrada Comunión, las personas que han cometido pecados graves deben buscar primero el perdón en el sacramento de la reconciliación. La confesión también es una preparación importante para quienes han cometido pecados leves, y la mayoría de las parroquias la ofrecen en un tiempo conveniente para quienes deseen recibir la Sagrada Comunión en la misa dominical.
La Iglesia ayuda de varias maneras para que los católicos se preparen para la Sagrada Comunión. Ella requiere el ayuno al menos una hora antes de recibir la comunión (Canon 919). Este ayuno incluye todo alimento y bebida, excepto agua y medicinas, pero no se aplica a los enfermos o a los ancianos. A algunos católicos les ayuda prolongar el ayuno, aun desde la víspera, con el fin de estar mejor preparados para la Sagrada Comunión. El tiempo dedicado a la oración en acción de gracias tras recibir la Sagrada Comunión también es bien recompensado
Explicación: Espero y te sirva, cuídate :3
Respuesta:
El centro de la Fiesta del Corpus Christi es el sacramento de la Eucaristía, en el que se contiene, se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro Señor. La Eucaristía es el centro de toda la vida cristiana, cuya importancia radica en la comunión sacramental con Cristo. El Papa emérito, Benedicto XVI, nos recordó que la Eucaristía “alimenta y acrecienta en nosotros lo que ya se nos ha dado en el Bautismo, por el cual todos estamos llamados a la santidad” .
Por ello, los fieles cristianos en plena comunión con la Iglesia católica estamos llamados a participar plena, consciente y activamente de la Eucaristía.
Ciertamente, lo mejor y lo deseable es que todos aquellos que participan en la celebración de la santa Misa reciban la sagrada Comunión, pero no sin estar debidamente dispuestos. Ya San Pablo exhortaba a los fieles de Corinto, a que antes de recibir la comunión, “cada cual se examine, y que entonces coma así del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el cuerpo del Señor come y bebe su propia condenación” (1 Cor 11, 28-29). Movido por la preocupación de que la Eucaristía sea recibida con la debida disposición, recuerdo que para ello es necesario lo siguiente::
a) Saber a quien se recibe y creer en lo que se recibe: No todos los fieles tienen clara conciencia del sentido profundo de la Eucaristía. Hay que recordar que en la Eucaristía “se contiene verdadera, real y sustancialmente el cuerpo y la sangre, juntamente con el alma y la divinidad, de nuestro Seño
Explicación: