Geografía, pregunta formulada por reylautaro18, hace 2 meses

Cuándo comienza el Modelo Neoliberal? ¿Qué medidas económicas se emplean?
(privatización)

Respuestas a la pregunta

Contestado por icui
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Respuesta:

1982 a 1988 con el gobierno presidencial de Miguel de la Madrid en la que se introduce este nuevo concepto conocido como neoliberalismo y el cual es aplicado de manera estratégica; el inicio es marcado con las primeras ventas, es una corriente económica y política asociada al capitalismo. Sostiene que la economía se debe regir por el libre comercio, estar desregulada y privatizada, es decir, con menor intervención de las políticas del Estado.

Contestado por 1simpleusuario
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Holaa, esto fue lo que encontré. Espero te sirva de algo

Respuesta:

Más allá de cual haya sido el «origen» de las políticas neoliberales en América Latina, ya  que algunos autores lo sitúan en los golpes de Estado de Chile y Argentina de 1973 -1- y 1976 o  en los años posteriores a la crisis de la deuda -1982-1983-, nadie parece poner en cuestión su  «saldo» profundamente negativo. Si hubiese que realizar un balance al concluir la década de los  ’90, en la que sin ninguna duda estas políticas alcanzaron su mayor profundidad, constataríamos  un aumento sin precedentes de la pobreza, la indigencia y la exclusión social producto de la  concentración de la riqueza -2-.

A la par, encontramos una economía absolutamente extranjerizada y cada vez más dependiente de las fluctuaciones de los mercados especulativos transnacionales; sociedades anómicas  en las que aún impera un individualismo a ultranza fruto del desgarramiento social; un aumento  inusitado de la violencia en las grandes ciudades; un deterioro significativo del medioambiente  debido a la explotación desmedida de los recursos naturales llevada a cabo por las grandes  empresas; una democracia política vacía de contenidos y un Estado incapaz para «disciplinar» a  los mercados y brindar los derechos ciudadanos básicos de salud, empleo, seguridad social y  educación (Boron, 2000, 2003, 2004; Brieger, 2002; Gambina et al, 2002; Rapoport, 2002; Valle, 2002; Ruiz Moreno, 2002; Therborn, 2003; Anderson, 2003; Salama, 2003; Sader, 2003).

En el centro de estos cambios -que en cierto sentido constituyen una profundización de procesos ya existentes en América Latina- se encuentra la puja entre mercado y Estado, en la cual el  segundo término ha perdido (esperemos que sólo temporariamente) la batalla frente al primero.

Las sucesivas (llamadas eufemísticamente -3-) reformas del Estado en nuestro continente han  apuntado principalmente a la reducción, cuando no lisa y llanamente al abandono, de responsabilidades que anteriormente correspondían a la esfera estatal vinculadas a aspectos centrales de  la vida social como el bienestar general, el desarrollo económico, la seguridad y la administración de justicia.

En efecto, la «satanización» o «demonización» del Estado ha dado lugar a una privatización de la existencia en la que los derechos más elementales de salud, educación, empleo y seguridad  social han pasado a estar regidos por la lógica mercantil. En este sentido, la percepción del  Estado como «sede del mal», factor del atraso, barrera para la modernización y entidad «perversa» que aumenta el gasto, buscó asociar irremediablemente lo público con lo ineficiente (Brieger,  2002: 343) y, a partir de esta percepción, privatizar las empresas públicas, abrir los mercados  locales a la competencia internacional y flexibilizar el mercado laboral.  De esta manera, la corriente neoliberal de pensamiento traza una línea de continuidad entre  las ideas que desde Friedrich von Hayek, pasando por Milton Friedman, llegan hasta el denominado «Consenso de Washington» -

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