Historia, pregunta formulada por morochodayana, hace 8 meses

criminales en el cuento del obispo y ayudante les doy 20 puntos​


jenny201364: era pregnta sería ?
morochodayana: ssii claro poreso ise esa pregunta
jenny201364: o losiento
jenny201364: es que no se identificaba
jenny201364: ಥ‿ಥ
morochodayana: aaa ya nada
jenny201364: ok

Respuestas a la pregunta

Contestado por Usuario anónimo
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Respuesta:

La muerte del obispo

Explicación:


morochodayana: ayuda es para exsamen con tiempo
Usuario anónimo: En la comisaría principal de la pequeña ciudad de Torreroca, a la detective Piñango le llegó la noticia de una muerte que había conmocionado a gran parte de la ciudad. El obispo de la Basílica Mayor de la ciudad había muerto en extrañas circunstancias.

El padre Henry era muy querido por la comunidad. Los miembros de ésta destacaban sus constantes labores altruistas en pro de la población, además de su capacidad para integrar las distintas creencias del pueblo.
Usuario anónimo: La detective Piñango recibió el informe de la autopsia, que indicó que el padre Henry había muerto súbitamente, pero que no había indicios de asesinato. Este informe lo firmó la forense Montejo, reconocida profesional de gran prestigio en Torreroca.

Sin embargo, Piñango desconfiaba.

―¿Qué crees tú, González? ―preguntaba la detective a su compañero de labores.

―En efecto detective, hay algo que suena raro.
morochodayana: grasias
Usuario anónimo: Piñango y González acordaron entonces trasladarse hasta la casa parroquial, donde residía el sacerdote. Aunque no tenían una orden judicial para entrar, los policías se entrometieron en el hogar.

―¿Qué son todas estas figuras, Piñango? ―preguntó González, incrédulo de lo que veía.

―Sin lugar a dudas, son imágenes budistas. Buda está en todas partes ― contestó.

―¿Pero el padre Henry no era católico? ―cuestionó González.

―Eso tenía entendido.
Usuario anónimo: A la detective Piñango le pareció sumamente sospechosa la presencia de un pequeño frasco al lado de la cama del párroco. En el envoltorio decía que eran unas gotas de sándalo.

Piñango se llevó el frasco para analizarlo en la comisaría. Los resultados fueron inconfundibles: lo que contenía el frasco era arsénico, ¿pero quién podría haber asesinado al padre Henry? Todas las dudas recayeron en la comunidad budista de Torreroca.
Usuario anónimo: Piñango y González se acercaron a la tienda de productos budistas que se encuentra diagonal a la plaza Mayor.

Cuando entraron, la dependienta se metió en la parte trasera a buscar algo, pero no regresó. Piñango se dio cuenta y salió a la calle, donde comenzó una persecución

―¡Detente! ¡No tienes escapatoria! ―gritó. En cuestión de minutos logró capturar a la encargada.
Usuario anónimo: La mujer que atendía la tienda budista respondía al nombre de Clara Luisa Hernández. Rápidamente, después de su detención, confesó su crimen.

Resulta que Clara Luisa, mujer casada, mantenía una relación sentimental con el padre Henry. Éste le comunicó que ya no quería seguir con la misma y ella decidió asesinarlo.
Usuario anónimo: listo mano : 3 damre coronita
morochodayana: aaay grasias
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