Ciencias Sociales, pregunta formulada por Usuario anónimo, hace 1 año

• ¿Crees que la población o clase son importantes para las sociedades proyectadas al desarrollo? ¿por qué?

Respuestas a la pregunta

Contestado por amadap307
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Educación y desarrollo en la sociedad del conocimiento

Alejandro Márquez Jiménez

Actualmente, es común asociar la idea de desarrollo social a aquella sociedad que goza del acceso a bienes y servicios diversos, que es democrática y participativa, igualitaria y equitativa. Una sociedad en la que sus habitantes tienen iguales oportunidades y donde existe cierta homogeneidad en sus condiciones de vida. A partir de ello, se entiende que las desigualdades se generan como resultado de las diferencias individuales en cuanto a capacidades y méritos. Sin embargo, el desarrollo no siempre se ha entendido así, y todavía se sigue concibiendo de muy distintas maneras; es decir, no hay una definición unívoca al respecto. Una mirada muy distinta a la anterior centra su atención en el comportamiento de indicadores que reflejan el crecimiento económico de un país, tales como, por ejemplo, el producto interno bruto por habitante (PIBpc).

Amartya Sen es uno de los principales responsables del cambio en la percepción de lo que debemos entender por desarrollo; este académico plantea que hay que pasar de la consideración de medidas centradas en los ingresos y recursos de las personas, hacia una visión centrada en el tipo de vida que llevan en la práctica (Martins, 2010). Si bien el propio Sen ha afirmado que desde los setenta y ochenta ya existían planteamientos teóricos que significaban un cambio de línea en la percepción del desarrollo, y que apuntaban a reemplazar “…características de propiedad, medios y posesión de ingreso, por características que tienen que ver con la vida humana y la libertad de la gente para vivir la clase de vida que valora según su propio raciocinio” (Martins, 2010), la importancia de sus aportes en este cambio de visión es indiscutible. De hecho, obtuvo el premio Nobel de Economía en 1998 por sus contribuciones al análisis del bienestar económico, mismas que sirvieron de base para que en 1990 las Naciones Unidas iniciaran la elaboración del Informe sobre Desarrollo Humano. Dicho informe se sustenta en la estimación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) para cada país, el cual integra tres dimensiones: a) tener una vida larga y saludable; b) adquirir conocimientos; y c) disfrutar de un nivel de vida digno. El IDH resalta que son las personas y sus capacidades el criterio más importante para evaluar el desarrollo de un país, y no solamente el crecimiento económico (PNUD, 2017).

En palabras de Sen, el cambio en la noción de desarrollo ha transitado de los medios hacia los fines; de los ingresos y recursos, hacia la libertad y las capacidades de las personas; en suma, hacia el desarrollo visto como un proceso de expansión de las libertades reales que gozan las personas para vivir la clase de vida que desean y valoran (Sen, 2000). Entendido así, el desarrollo consiste en eliminar los factores que limitan la libertad de las personas, tales como, en palabras de Sen: “la pobreza y la tiranía, la escasez de oportunidades económicas y las privaciones sociales sistemáticas, el abandono en que pueden encontrarse los servicios públicos y la intolerancia o el exceso de intervención de los Estados represivos” (2000: 19-20).

Al estar centrado en la ampliación de las libertades de las personas, el enfoque de desarrollo de Sen confronta una serie de creencias que se han ido generalizando gracias a la preeminencia del pensamiento neoliberal, el cual coloca al crecimiento económico como el objetivo de desarrollo más importante. Una de las ideas que se derivan de esta visión es la necesidad de limitar el gasto para favorecer la acumulación del capital y obtener mayores beneficios a futuro; o bien, favorecer la capitalización del sector empresarial para incentivar el crecimiento económico bajo la expectativa de que los beneficios de este crecimiento se filtrarán posteriormente hacia los sectores sociales menos favorecidos.

Desde el enfoque de Sen estas ideas son erróneas, en la medida en que conducen a limitar los recursos destinados a ámbitos como el educativo o el cuidado de la salud, lo cual afecta la calidad de vida de las personas. Este planteamiento de limitar el gasto destinado a proveer servicios a la población ignora las evidencias disponibles sobre la importancia que tienen los recursos humanos para incentivar el crecimiento económico; y subestima el impacto directo que esto tiene sobre la ampliación de las libertades de las personas (Sen, 1998).


Usuario anónimo: PARCE SI VA A SACAR DE INTERNET ONQUESEA RESUMA NO SEA TONT@ HP
amadap307: hp tu familia wee
Usuario anónimo: jsjsjsjs te voy a incontrar y te voy ha ***********
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