Crees que la parte espiritual te ayuda en tu rol como: estudiante, hermano, hijo y compañero?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: enseña…), pero son pocas las indagaciones acerca del estudiante. No nos hemos preguntado quién es, cómo percibe el mundo, qué hace o le gusta hacer,
por qué se comporta de esta manera y no de otra, con quién comparte o se
relaciona, qué espera de nosotros, los adultos (padres y docentes).
Hoy, el interés investigativo debe estar centrado en entender al estudiante,
sujeto en formación, pues es a partir de él y con él como nuestra labor como
docentes cobra un sentido. No educamos en la nada, educamos a individuos
que necesitan que les enseñemos a vivir consigo mismos y convivir con los
otros. Pero ¿por qué indagar en las creencias de los estudiantes? ¿Y por qué
centrarnos en los estudiantes jóvenes?
Creer en algo es el punto de referencia que tiene el hombre para explicar y
justificar la propia existencia de estar y formar parte del mundo; las creencias,
dice Quintana (2001), “son el conjunto de realidades que la persona o el grupo
acepta, reconoce y afirma (…) como principios orientadores de la vida” (p. 17).
Por ello, a partir de las creencias que se han construido, podemos entender los
estados afectivos, los actos de la voluntad y los comportamientos que manifiestan las relaciones entre las personas y el entorno en el cual se desenvuelven.
Debo agregar que las creencias son personales y a la vez culturales. Las
creencias personales están atadas al sentimiento y la voluntad de creer de
cada persona, y se pueden moldear o desprender; las creencias culturales, en
cambio, están ligadas a una tradición y de ellas se derivan los valores y normas
sociales que son transmitidos de generación en generación, por lo cual son
tan difíciles de romper o cambiar.
Ahora bien, los jóvenes revelan un panorama variado y móvil de su estilo de
vida: nuevas identidades, comportamientos inesperados, lenguajes diversos,
formas particulares de relacionarse con su par y con el adulto. Todas estas
maneras de mostrar-se ratifican su estatus y condición de ser joven; una juventud que no quiere dejarse atrapar por una única identidad, que deja entrever
proyectos y expectativas, pero también incertidumbre, decepción y, a veces,
escepticismo ante la vida.
Para nadie es un secreto que nos encontramos ante un paisaje donde es habitual
que el joven crezca en medio de la desolación, la desidia, casi el destierro; él
quiere abandonar la niñez
Respuesta:
si
Explicación:
te relagas mas , y te sientes Mas bien.
con lo spiritual el ser humano avanza, es feliz y se desarrolla.