crear una historia con los siguientes verbos; amar, soñar, respetar, preparar jugar comer, responder, corregir, presumir, recordar, corregir, enseñar, y los conectores; sobre, aunque, pero, recíprocamente, después, antes, porque ,otra vez
Respuestas a la pregunta
espero te sirva , así sea como inspiración

"Treinta minutos para el fusilamiento"
1915, Rusia, ciudad aún desconocida.
Hija mía.
Cercaron las calles, rompieron ventanas, lanzaron bombas de humo a las casas, dispararon al aire y gritaron: ¡Salgan todos o van a morir!
Sabes que nunca te oculté nada, la sinceridad puede ser fulminante, pero siempre será mejor la verdad que la mentira.
Estoy feliz de que tu madre y tú estén a salvo, la vida de ella y la tuya son las únicas importantes ahora, nada más.
Te enseñé a *amar, a *respetar, a *comer, a *jugar, a *soñar, a valorar las cosas buenas y malas, *porque eso es para mí una muestra de mi amor hacia tí. Te preparé para el mundo, no para mí.
Habrá *otra vez en que nos veamos, debes tener fé, *pero eso aún no ocurrirá. Será mucho *después.
*Aunque oigas en las radios que las cosas están pésimas, no tengas miedo, papá siempre sabe qué hacer, tú lo sabes bien. Tengo que llegar a casa para poder probar contigo las donas de mamá.
Debes *preparar a mamá, siempre a su lado, como una niña verdaderamente valiente. Debes saber *responder cuando te traten de intimidar, siempre a la altura, con respeto y firmeza. Recuerda lo que te enseñé.
*Enseñar nunca fue lo mío, pero contigo aprendí que la vida se trata de hacer lo que se debe hacer, y no lo que se quiere hacer. Gracias, hija mía. *Corregir tus errores te hará una mujer de hierro, aceptarlos te hará respetable.
El *presumir no está bien, evítalo siempre.
Es bueno *recordar, y yo siempre recuerdo cuando saltábamos en la cama, corríamos por los pasillos y nos escondíamos los tres juntos, nos dábamos amor recíprocamente, éramos felices.
¡Aún lo somos hija! ¡Y lo seguiremos siendo! ¿No es eso hermoso? Lo es. Te quiero mucho, hija mía.
Esta carta, llévala siempre contigo, úsala como recordatorio de lo que debes hacer, para que no olvides los buenos consejos. No pretendo que seas como yo, debes superarme, ser mejor que yo.
Otra vez, te repito que te quiero mucho, demasiado, mi amor hacia ti sobrepasa el extremo del universo. Y antes de despedirme, recordarte que nos volveremos a ver, muy pronto. ¡La paciencia es una virtud, su semilla es amarga, pero su fruto, dulce!
Cuídate mucho, cuida a mamá, cuídense ambas, nunca se separen, siempre tengan la cabeza en alto. Te amo, las amo.
Papá.
(Las palabras que lleven un asterisco al inicio indican los verbos y conectores usados).