crear un cuento corto sobre la violencia
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Historia del joven celoso. Herni Pierre Camí (fuente Ciudad Seva)
Había una vez un joven que estaba muy celoso de una muchacha bastante voluble.
Un día le dijo:
-Tus ojos miran a todo el mundo.
Entonces, le arrancó los ojos.
Después le dijo:
-Con tus manos puedes hacer gestos de invitación.
Y le cortó las manos.
“Todavía puede hablar con otros”, pensó. Y le extirpó la lengua.
Luego, para impedirle sonreír a los eventuales admiradores, le arrancó todos los dientes.
Por último, le cortó las piernas. “De este modo -se dijo- estaré más tranquilo”.
Solamente entonces pudo dejar sin vigilancia a la joven muchacha que amaba. “Ella es fea -pensaba-, pero al menos será mía hasta la muerte”.
Un día volvió a la casa y no encontró a la muchacha: había desaparecido, raptada por un exhibidor de fenómenos.
Mi conclusión, que se ve claramente demostrada en este cuento, es que nuestro peor enemigo, en los celos, somos nosotros mismos. Es decir, si no queremos perder a nuestra pareja, lo peor que podemos hacer es mostrarnos celosos al extremos, pues será ese comportamiento y pensamiento posesivo y negativo lo que nos acabe separando del ser amado. Por supuesto, todo esto es mucho más complejo, pero sí es bueno a veces simplificar un poco las realidades conflictivas y el cuento ayuda a ello. Así pues, si nos aferramos a las personas como si fueran nuestras, nosotros mismos las estaremos echando de nuestra vida.
Y aunque esto sea algo muy evidente, me veo en la necesidad de decirlo: de nada sirve, ningún valor tiene ni durabilidad, que quien esté a nuestro lado lo esté por obligación o porque no tenga más remedio, sino que ha de ser una elección libre que tome a diario, o que renueve. En las relaciones personales no debería haber ninguna obligación, sino responsabilidad, decisiones libres, respeto y amor.
Luego hay un pensamiento demoledor que aparece en el cuento: “Ella es fea -pensaba-, pero al menos será mía hasta la muerte”. Como digo, demoledor. Sin embargo es clave para comprender el pensamiento machista, posesivo y obsesivo. Por una parte, el celoso prioriza que sea suya a que sea bonita. Necesita sentir que es suya, como un niño que defiende un juguete, como si fuera un objeto, y no una persona, la deshumaniza Además, solo le está dando importancia al aspecto físico, como si una mujer bonita le fuera a ser infiel y una fea no, porque no podría. Es un pensamiento tan neandertal que duele comprobar que es muy frecuente. Hay tantísimos pensamientos erróneos en la base de esa idea que a los profesionales les costará muchas horas (sin garantía de éxito) desmontar esos razonamientos antisociales. No valora en absoluto a la mujer por lo que es como persona, sino como un complemento que debe tener (al igual que tiene casa, o coche, o perro), que es suyo y que cualquiera puede querer arrebatarle, por eso decide afearla. Qué daño hacen los pronombres posesivos.
Y finalizo esta entrada, pese a lo amplísimo que es el asunto, con una reflexión personal. Si deseas retener a una persona que consideras valiosa a tu lado, dale motivos para quedarse, no para salir corriendo. Si la cuidas, si te muestras sincero, amable, eres tú mismo y le das libertad, elegirá quedarse y serte fiel, porque cuando estás bien con una persona es lo más natural. Sin embargo, si la controlas, desconfías, te enfadas, cualquier asunto es motivo de disputa y maltrato verbal o físico, al final, todos tus pasos te llevarán al destino que estás siguiendo, que esa persona, de una manera u otra, saldrá de tu vida.
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