Crea una historia acerca de la situación que vive el oso de anteojo, indicando: los movimientos que dan a entender lo que vive y lo que sufre.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Bueno, acá te va mi historia:
Había una vez, un oso llamado Tobías. Éste, no era cualquier tipo de oso. Era el "oso de anteojos". Siempre salía a saludar a sus vecinos animales:
_ ¡Buen día amigos! ¿Cómo les va?
También, le gustaba hacer reír a aquel que pasara cerca de él. En ocasiones, se burlaba de su propio nombre, diciendo:
_ Oye tú, mira mis "anteojos", son horribles, ¿verdad? ;)
Por esta razón, él les caía bien a todo aquel que lo conocía. Sin embargo, algo les intrigaba a los animales. Se preguntaban entre ellos: ¿por qué Tobías, cuando es la tarde, dice que tiene que irse?
Y estaban en lo cierto. Cada día era igual. Tobías los saludaba, con buen humor y todo, y en la tarde se iba, a cierto lugar que sólo él conocía.
Un día, un siervo que se hacía la misma pregunta, decidió perseguir a Tobías a escondidas, para averiguar qué era ese lugar al que se dirigía.
Éste, notó que el oso se iba por lugares desconocidos. Lugares nuevos y extraños. ¿por qué haría eso?
De pronto, Tobías se dio la vuelta, y descubrió al siervo, que estaba detrás de él. El siervo se quedó sin palabras. No sabía qué decirle. Hasta que se animó y le dijo:
_ Lamento haberte perseguido sin que tú supieras, es que me da curiosidad por saber a dónde vas.
Tobías, sonriendo, le respondió:
_ Oh, mi amigo. No desperdicies tu tiempo averiguando algo como eso. Tu vida es mucho más importante. Ve, y disfrútala.
El siervo, preocupado, le dice al oso:
_ Es que de verdad me interesa saber a dónde vas. El por qué siempre te ibas y no decías a dónde. Tú siempre nos tratas bien y nos apoyas cuando estamos tristes. Ahora quiero saber sobre ti.
Tobías, no queriendo decepcionar a su amigo, le confesó:
_ Lo que sucede es que, si no encuentro un nuevo hogar pronto, yo... desapareceré en pocos días. Y en estos pocos días, quise aprovechar el mayor tiempo posible con ustedes, mis amigos. No quisiera que ustedes padezcan lo mismo que yo. De igual modo... no tengo oportunidad de sobrevivir.
El siervo se siente muy conmovido y triste, pues sabe que esta raza de oso, única en su especie, merece la vida.
FIN
Explicación: