Correo describiendo valiosa posesión
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuando el novelista, historiador y poeta Sir Walter Scott (1771–1832), yacía en su lecho de muerte, se volvió hacia su gran amigo y nuero J.G. Lockhart —el hombre que más tarde escribiría su biografía— y dijo: «¿Querrías leerme el Libro?». Lockhart se preguntó a cuál de sus muchos libros se refería, pues sabía que era un gran escritor, así que preguntó: «¿Cuál libro?».
«¿Cuál?» —respondió Scott— «solo existe un libro, la Biblia». En sus últimos momentos en la Tierra, se sintió reconfortado y animado por lo que Dios tenía que decirle. Sus últimas palabras versaron sobre su posesión más valiosa.
En el caso del apóstol Pablo, desconocemos cuáles fueron exactamente sus últimas palabras. Pero tenemos sus últimas palabras registradas, las cuales están en nuestro pasaje de hoy. Al llegar al final de su carta escribe: «He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe» (2 Timoteo 4:7). Vemos su pasión por Jesucristo y su palabra. Toda su vida ha consistido en contarle a los demás la buena noticia de Jesús. Sus últimas palabras instan a Timoteo a que haga lo mismo.