Filosofía, pregunta formulada por katperez1707, hace 5 meses

¿ Consideras que los derechos humanos de la segunda generación ( derechos económicos, sociales y políticos) son imprescindibles por la vida digna de los seres humanos?

Respuestas a la pregunta

Contestado por ernestomoli2020
2

Respuesta:

En los albores del nuevo milenio, los derechos humanos y el desarrollo se encuentran en una encrucijada. Por un lado, el grado de

congruencia entre los derechos humanos y la teoría del desarrollo

es más impresionante que nunca. La pobreza y las desigualdades

entre países y dentro de los países son los más graves problemas

de derechos humanos a que nos enfrentamos hoy en día. Como

subrayó el Secretario General en su informe de 2005 sobre la

reforma, “Un concepto más amplio de la libertad”, los retos de

los derechos humanos, el desarrollo y la seguridad están tan íntimamente ligados que ninguno de ellos puede acometerse con

eficacia por separado.

Los organismos de las Naciones Unidas han hecho grandes progresos en la traducción de esas realidades en la práctica, entre

otras cosas mediante la definición de un criterio común respecto

del enfoque basado en los derechos humanos en la cooperación

para el desarrollo, incorporado en las directrices comunes de programación de las Naciones Unidas. Además, en la Cumbre Mundial

celebrada en septiembre de 2005, los Estados Miembros de las

Naciones Unidas dieron una impronta y un impulso políticos sin

precedentes a los esfuerzos de la Organización por conseguir que

los derechos humanos pasen a la primera línea y al centro de toda

su labor, un compromiso colectivo que estoy firmemente decidida

a apoyar por conducto de mi “Plan de Acción” de 2005.

Sin embargo, aún sigue habiendo un abismo entre la teoría y la

práctica; es indispensable velar por que los objetivos, las políticas

y los procesos del desarrollo se canalicen de modo más directo y

eficaz hacia las metas de derechos humanos. Por supuesto, hay

muchas razones que explican la situación, entre ellas las persistentes carencias en materia de conocimientos y capacidades, y las

dificultades que entraña traducir las normas de derechos humanos

en directrices de programación concretas que puedan aplicarse en

contextos políticos y circunstancias nacionales diversos. Esta es

la principal laguna que pretende colmar la presente publicación,

cuyos principales destinatarios son los especialistas en desarrollo

de las Naciones Unidas.

Hoy más que nunca se necesita un esfuerzo colectivo y de múltiples dimensiones por parte de los que se dedican a la práctica de

los derechos humanos y el desarrollo. Resolver las deficiencias en

materia de conocimientos, aptitudes y capacidades no significará

nada si no se renuevan el liderazgo, el compromiso y la atención

a nuestros propios sistemas de rendición de cuentas y estructuras de incentivos. Las valiosas aportaciones que han hecho a la

presente publicación nuestros asociados de las Naciones Unidas

en el desarrollo son una muestra del tipo de colaboración que es

preciso seguir alentando.

A pesar de que por sí sola no es más que una modesta contribución, espero que la presente publicación consiga mejorar nuestro

entendimiento común de la forma en que los derechos humanos

y el desarrollo pueden lograrse mediante una cooperación más

eficaz para el desarrollo, en el marco de estrategias y coaliciones

más amplias que propicien el cambio.

Explicación:

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