¿Consideras que estas estrategias también pueden impulsar el desarrollo?
¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
En diferentes documentos nacionales, como son las estrategias para el desarrollo nacional y el plan operativo anual (DGPA, Estrategia para el Desarrollo Nacional, 1970-1980; MPPE, Plan Operativo del Gobierno Nacional para 1974; Naciones Unidas, Estrategia de Desarrollo Regional a Mediano y Largo Plazo), el Gobierno expone una serie de políticas que redundarán en el desarrollo socio-económico de las diferentes regiones del país.
El área oriental, que ha estado prácticamente marginada al desarrollo del país, será beneficiada por estas políticas.
i. Redistribución del ingreso
Darién es la provincia que tiene el ingreso más bajo, con sólo el 0.3 del 1% del ingreso nacional. El ingreso per cápita también es el más bajo; representa entre el 20 y el 25% del promedio nacional, lo que la coloca como la provincia más pobre del país. Su distribución del ingreso, sin embargo, no es tan mala como en otras provincias agrícolas atrasadas (G. Sahota, 1972, cuadro 2). El ingreso per cápita a nivel nacional para 1970 se estimó en B/. 625; el ingreso per cápita estimado para Darién alcanzaba sólo a B/. 145, esto es alrededor de la quinta parte del promedio anual.
La política de distribución del ingreso tiene como meta que los sectores de la población más marginada en todo el territorio nacional se incorporen y participen del proceso de desarrollo en sus aspectos económicos, sociales, políticos y culturales.
ii. Eliminación de la pobreza
La enorme mayoría de la población de la región oriental presenta niveles de pobreza extremadamente altos. Casi dos tercios de la población vive en distritos de tentó crecimiento económico, lo que confiere a toda la región una escasa dinámica económica. El 94.3% de la población vive en distritos de pobreza máxima (MPPE, Radiografía de la Pobreza).
El enfoque orientado a alinear los contrastes entre las regiones rezagadas del país no debe homogenizar totalmente la condición de sus poblaciones. Diferenciando entre los distintos grupos de edad, se sabe que los grupos de menor edad y aquellos que recién se incorporan a la fuerza de trabajo presentan las mayores posibilidades de convertir la inversión en un incremento positivo y productivo. Todo progreso realizado en el campo educativo o en actividades de aprendizaje laboral redundan en una mejor adaptación de estos grupos en el mercado del trabajo.
Las inversiones en el sector salud redundan también en beneficio de la población, ya que estos beneficios aparecen como fundamentales en el mejoramiento de las condiciones sanitarias de la población que llevan hacia un mejoramiento y ampliación de la fuerza de trabajo. En este sentido, se puede ver que la población que es acompañada en su crecimiento por una política nutricional adecuada y por atención médica presenta mejores posibilidades de incremento de su productividad.