consejos para avanzar en la educación media superior
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Sé tú mismo en todo momento y respeta la forma de ser de los demás. No tengas miedo de ser o pensar diferente a otras personas. Recuerda que tus compañeros también están en un proceso de búsqueda para crearse una identidad propia. Aún quienes parecen más seguros de sí mismos están en este proceso (y si no, deberían estarlo). Independientemente de cualquier posición personal, es necesario evitar afectar a otros, además de recordar que la violencia (física o verbal) no puede tener cabida en una institución educativa.
Mantén tu salud física y mental. Tu cuerpo tiene probablemente el mejor nivel de salud que puedas tener en toda tu vida, pero lo que hagas o dejes de hacer en estos años seguramente repercutirá en el futuro. Comer sano, hacer ejercicio y evitar tanto las adicciones como las malas compañías harán que la buena salud permanezca por muchos años más. Practicar al menos un deporte y una actividad artística ejercitarán tu mente y tu cuerpo, además de que te permitirán desarrollarte mejor como persona.
Identifica el o los temas que te apasionan. Durante los estudios que ahora inicias tendrás oportunidad de conocer muchos temas. Así como te sentirás atraída(o) por una o más personas y al final deseablemente elegirás solo a una, procura identificar el área del conocimiento más atractiva: aquella a la que te sentirías feliz de dedicarle tu vida profesional. Las posibilidades de éxito son mucho mayores cuando encuentras aquello que te apasiona.
Pon atención a las clases y pregunta cuando tengas dudas. Suena muy simple, pero suele ser la diferencia entre quien termina sin sobresaltos y quien padece innecesariamente. Asegúrate de entender siempre lo que tus maestros explican en el salón de clase y no te quedes con dudas. En un ambiente educativo, lo inteligente es asegurarte de que entiendes todo lo que se te enseña: quedarse con dudas en clase es una mala actitud pues te impedirá comprender temas más avanzados y te rezagarás del grupo.
Aprende a estudiar fuera de la clase. Repasar los temas para asegurarte de que entendiste todo y de que puedes explicarlo con tus propias palabras es algo sencillo. Procura además relacionar lo que aprendiste en cada materia con lo que ya sabías de esa materia o de otras; ello te facilitará su comprensión y te ayudará a entender su utilidad.
Busca ayuda cada vez que la necesites. Ya sea en temas académicos, personales o económicos, comenta tus problemas con personas mayores, como tus padres y/o algún maestro. Es normal tener problemas, y lo importante es resolverlos de manera que no afectes a los demás ni a tu futuro. Recuerda que, por grave que parezca un problema, al compartirlo es posible encontrar una mejor solución que la que habías considerado inicialmente.
Échale ganas a la escuela y concluye la Educación Media Superior. Si estás inscrito en este nivel educativo, formas parte de un grupo privilegiado de jóvenes que puede hacerlo. Más aún, tienes ahora la ventaja de un nuevo comienzo, en el que lo importante no es de dónde vienes o qué has hecho, sino qué quieres hacer y el empeño que pongas para lograrlo. Recuerda que las tareas, trabajos y exámenes son oportunidades para aprender y que cumplirán ese objetivo únicamente si reflejan un esfuerzo serio de tu parte.
Organiza tu tiempo y establece tus prioridades. Lleva una agenda donde anotes el día de entrega de cada una de tus tareas y trabajos así como las fechas de exámenes; distribuye tu tiempo dando prioridad a las cosas más importantes; identifica el mejor lugar y momento para hacer tus trabajos e invierte el tiempo suficiente para dormir.
No te metas en problemas. Independientemente de consideraciones legales, religiosas o ideológicas, vivimos en un país que pretende ofrecer condiciones para que todos podamos desarrollarnos como personas. Para que ello sea posible es indispensable que no nos consideremos ni más ni menos importantes que los demás y que tratemos a cada quien de la misma manera en que nos gustaría que nos trataran.
Mantén altas tus aspiraciones. La persona de la que depende en mayor medida tu futuro eres tú mismo: serás el mayor beneficiario de tu esfuerzo, pero también el más afectado por tus omisiones. No tengas miedo de soñar cosas ambiciosas. Tus sueños son un referente indispensable para tu vida, pues será más fácil saber qué hacer hoy si sabes a dónde quieres llegar mañana. Puedes cambiar de sueños, pero nunca dejar de soñar.