consecuencias del golpe de estado en 1968 en Perú?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El golpe de Estado en Perú el 3 de octubre de 1968, denominado por los militares como inicio de la Revolución Nacionalista,1 fue una acción militar llevada a cabo por un grupo de oficiales del Ejército encabezados por el general del ejército peruano Juan Velasco Alvarado, para derrocar al presidente constitucionalmente elegido Fernando Belaúnde Terry; paulatinamente los demás miembros de las Fuerzas Armadas de Perú, conformadas por la Armada y la Fuerza Aérea, se fueron plegando, aceptando los hechos consumados.
El golpe de estado del 3 de octubre fue tan esperado como mal recibido. Solo El Comercio y la revista Oiga se pronunciaron decididamente en favor del movimiento revolucionario.
El Partido Aprista calificó de repudiable la acción de los golpistas que en la hora inicial no se atrevieron a identificarse, amparándose en un demagógico y contradictorio manifiesto anónimo. El Apra exigía la inmediata libertad de los detenidos (alrededor de 300), el retorno de los exiliados y la convocatoria a elecciones. Haya de la Torre, el día del Golpe, se encontraba en París.
El Partido Popular Cristiano, del alcalde de Lima Luis Bedoya Reyes, dijo que ningún pretexto tiene validez ante la magnitud del delito cometido.
El Movimiento Democrático Peruano protestó por el agravio del orden constitucional y exigimos el inmediato retorno a la normalidad constitucional.
El Partido Demócrata Cristiano condenó el alzamiento de la Fuerza Armada y exigió la realización de las elecciones dentro de los plazos previstos por la Constitución y la Ley.4
La Unión Nacional Odríista pidió el restablecimiento de las instituciones democráticas sobre la base de elecciones generales.
El Partido Social Demócrata también demandó el retorno inmediato a la constitucionalidad y exigió a los revolucionarios que depusieran su actitud.
El Frente de Liberación Nacional, que agrupaba a elementos comunistas y pro comunistas, dijo que el golpe era parte del proceso de militarización de América Latina, dirigido por El Pentágono. Los antecedentes y la composición social y política de todos y cada uno de los miembros de la llamada Junta Revolucionaria lo comprueban meridianamente. El Ministro de Gobierno, General Armando Artola, declaró: No tenemos el respaldo de los partidos políticos ni de los grupos civiles.5
En la mañana del 4 de octubre, las noticias fueron alarmantes. En Arequipa se habían producido serios desórdenes. En el Cuzco, se produjo un choque de 2,000 estudiantes contra la policía. El Gobierno Revolucionario dio a conocer, en la noche, el texto de un Decreto Ley Nº 17065 que declaraba la nulidad del Acta de Talara y del convenio entre el Estado Peruano y la International Petroleum Company. La Fuerza Armada, en todo el país, se encontraba en estado de alerta. Tensas, transcurrían las horas en un clima de incertidumbre. Las puertas de Palacio permanecían cerradas. Había la impresión de que el nuevo Gabinete pasaba por un momento de desconcierto. La impresión de inmadurez que había dejado el Presidente Velasco, con su discurso en Palacio de Gobierno, generó una atmósfera de inseguridad.
La Federación de Periodistas del Perú y el Centro Federado de Periodistas de Lima emitieron un comunicado de protesta y de rechazo por el golpe militar. La Confederación General de Trabajadores del Perú y la Federación de Campesinos del Perú, con influencia aprista, declararon que el golpe había paralizado la actividad laboral del país. Los campesinos anunciaron un paro general a nivel nacional. El día 6 se abrieron las puertas de Palacio para recibir al General Manuel Odría, quien concurrió a felicitar al presidente Velasco y a los Ministros por el éxito del golpe. No era, en tales circunstancias, una visita como para sentirse feliz. La Confederación General de Trabajadores del Perú, comunista, sin reconocimiento oficial, lanzó un violento documento rechazando el pronunciamiento militar que ha venido a quebrar el orden constitucional. En este clima, en el que todo parecía volverse contra el nuevo Gobierno, el arquitecto Fernando Belaúnde Terry intentó, espectacularmente, regresar al Perú. Fue obligado a descender del avión, en Buenos Aires, por las autoridades argentinas.
Explicación:
Respuesta:
declararon que el golpe había paralizado la actividad laboral del país.
si esta mal me avisas xd