¿Conoces alguna característica
cultural de estos pueblos? de los pueblos afroecuatorianos y montubios
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los montubios representan el segundo grupo poblacional del Ecuador. Son un pueblo laborioso, profundamente regionalista y amante del campo que posee costumbres y características culturales propias
Explicación:
En el camino de entender la trascendencia política de estos procesos de resistencia cultural, resulta importante conocer la historia de los “palenques territoriales” que los cimarrones/as, nuestros antepasados, construyeron y defendieron, como una propuesta política para vivir al margen de un sistema que alegando una supuesta inferioridad cultural, les negaba derechos y oportunidades.
Los espacios libres que los Cimarrones construyeron en el Ecuador, y de manera particular en la costa de las esmeraldas, se les llamo “palenques de negros.” Los palenques, más que refugios de cimarrones/as, tienen que ser vistos y entendidos como espacios vitales para la resistencia, espacios para crecer como comunidad y sobre todo espacios para crear y re-crear la cultura.
DE LA RESISTENCIA A LA PROPUESTA
Las múltiples tradiciones y herencias culturales, que los mayores guardaron en su ser interior, hoy entendidas como filosofías y doctrinas para la vida y para la muerte, son las que ahora definen nuestra identidad cultural, orientan nuestro ser en lo cotidiano y nos animan, para definirnos como una “Nación Cultural de Origen Africano en el Norte de Esmeraldas.” Creemos que esta propuesta es validad para todos los colectivos afroecuatorianos/as.
“La cultura nace como resultado de lo que se guarda en el corazón y en el alma del pueblo, de lo que se usa como práctica diaria para vivir y para morir. Es un continuo crear y recrear, para cumplir el encargo de Io ancestros, de seguir siendo diferentes. Abuelo Zenón
Esta afirmación que viene de la tradición oral y de lo voz de los guardianes de la tradición, tiene una gran valides para las comunidades de origen africano asentadas en Esmeraldas. Pues si bien, el fin legal de la esclavización, no significo la libertad total, la posibilidad de escoger el medio más propicio para rehacer sus vidas, permitió, la re-agrupación de muchos de los troncos familiares que habían sido dispersados por la violencia de la colonia.
Esta reunificación de los troncos familiares y de los grupos de origen, facilito la formación de nuevas comunidades afro-esmeraldeñas. Es en estas nuevas comunidades -muchas de ellas antiguos palenques- donde los mandatos ancestrales, recuperaran los sentidos de pertenencia a los orígenes comunes, se re-afirman antiguos códigos culturales que estaban guardados en la memoria colectiva, y se retoman las antiguas formas de organización social, que hasta entonces -estuvieron prohibidas por el Estado y la sociedad dominante.
Es así como el pueblo Afro-esmeraldeño, convertido en amo y señor de sus mundos -el tangible y el intangible- pone en práctica una infinidad de conocimientos, saberes y secretos ancestrales, que por cientos de años fueron guardados en la memoria colectiva de las comunidades y trasmitidos de generación en generación por los guardianes de la tradición.
Así, de la resistencia, la memoria y la palabra, nace esta rica cultura que ahora preferimos llamar cultura de origen africano, pues son los antiguos africanos sometidos, por el poder los construyen desde los inicios nos muestran el camino de la palabra, para crear, re-crean saberes ancestrales y apropiar otros que fueron adquiridos en el largo camino de la diáspora, donde los encuentros con los otros no siempre fueron violentos.
ESPACIOS VITALES PARA LA CULTURA
“La cultura nace en el corazón y en el espíritu de los que vivimos en los palenques territoriales, porque es encargo de los mayores, pero solo crece y se mantiene en la tierra, en el monte, que es donde están las fuerzas que la sostienen, donde vive la sangre de los ancestros.” Abuelo Zenón
La liberta del espíritu, la apropiación de los territorios, el conocimiento y uso de los recursos de la gran montaña madre y su entorno, -medio ambiente- les dan a estos nuevos cimarrones y cimarronas, la oportunidad para construir y re-construir una serie de instrumentos musicales que facilitan y animan la comunión con el mundo intangible y múltiples herramientas, útiles para sostener y garantizar la vida de las nuevas generaciones y comunidades.
Los territorios ancestrales con sus múltiples espacios de uso y aprovechamiento de los recursos, donde los guardianes/as de la tradición: con su música, su poesía, sus saberes curativos, sus técnicas agrícolas y miles de secretos sobre la vida y la muerte, vuelven a ser, hombres y mujeres con identidad cultural propia, nacida en la diáspora, en la tierra de las esmeraldas, donde los rasgos de las culturas africanas siguen siendo el más importante referente de los orígenes. 8