conoce las caracteristica de la literatura antes de la conquista
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La literatura indígena colonial (Siglo XV -XVI)
El proceso de encuentro, o enfrentamiento, según se lo quiera ver, entre el mundo europeo y el mundo indígena fue complejo y paradójico. Para la ideología dominante en el siglo XV y XVI, tanto en España como en Portugal, la necesidad de evangelización de los pueblos indígenas y la supresión de toda idolatría era un postulado tan indiscutible como impostergable. Este planteo, por otra parte, era funcional a la conquista y colonización de territorios al convertir las tareas de dominación en condición necesaria para la tarea religiosa. Sin embargo, a corto plazo se evidenció el surgimiento de incompatibilidades profundas entre las desmedidas ambiciones y la violencia de los soldados y la visión evangelizadora de los sacerdotes. Esto dio origen a un conflicto profundo entre predicadores y conquistadores que Fray Bartolomé de Las Casas denunció en su dura crítica al sistema social de las encomiendas.
El enfrentamiento entre estas dos visiones diferentes, con respecto a la conquista y a la misión de quienes habían llegado al territorio americano, se generalizó rápidamente. Por un lado, estaban los soldados deseosos de riqueza que no vacilaban en explotar a los indígenas obligándolos a un trabajo infrahumano en minas y plantaciones, y por el otro, los misioneros que veían a los nativos como seres primitivos e inocentes. Por esta razón se gestó la utopía religiosa de la separación de la población nativa de los diferentes asentamientos españoles y portugueses con el fin de salvaguardarla de la explotación. Esta fue la finalidad, entre otras, de las misiones jesuíticas de la zona del Paraguay.
A las características de este encuentro de culturas ya mencionadas, violencia y evangelización, debe sumarse la resistencia indígena. Los rastros de esa resistencia pueden buscarse en notas marginales, informes militares, escritos secretos y literaturas orales. Estos últimos, los textos sagrados que recogían las tradiciones orales, constituyen un testimonio incontestable de cómo una cultura cuando se niega a morir y a ser arrasada por otra desarrolla tácticas de supervivencia. En el caso de la literatura indígena colonial, la lengua y el alfabeto del conquistador se transformaron en instrumentos a través de los cuales la memoria de la raza rescató del olvido aquellos textos que habían sido quemados por los invasores y esas tradiciones que corrían peligro de olvidarse debido a la influencia de la prédica cristiana y la cultura europea.
Sin embargo, sería injusto con la historia no recordar que la transcripción y recuperación de esta riquísima literatura fue posible gracias a la labor de los misioneros españoles que, por la necesidad de comunicarse y transmitir la doctrina cristiana, desarrollaron un sistema de representación gráfica con caracteres latinos para las lenguas nativas, como así también gramáticas y vocabularios.
De este modo, el rescate de las tradiciones y antiguos textos sagrados se vale del alfabeto latino para conservar la lengua indígena y las propias creencias, “desterrando el cristianismo” de ellas de la misma manera en que los frailes se empeñaban en destruir “la idolatría” de los nativos usando su idioma indígena para evangelizarlos.
La literatura maya
Cuando los sacerdotes mayas dominaron la técnica de la escritura latina tradujeron sus largos pictogramas hechos en tiras de papel vegetal, o la memoria de aquellos que habían sido quemados, y los guardaron en secreto para evitar su destrucción. Esto permitió que textos como los Chilam Balam (el que es boca del jaguar o brujo) y el Popol Vuh (libro de la comunidad) no se perdieran para siempre.
Los Chilam Balam expresan la desesperación maya ante la llegada de los españoles, profetizada por un sacerdote; el Popol Vuh, por su parte, es una versión de los mitos quiché (uno de los pueblos más importantes de la civilización maya) y narrra el origen del mundo, del pueblo maya y la historia de sus reyes. También se han rescatado de la destrucción que afectó a la mayor parte de la producción maya otras obras importantes para esta comunidad como Anales de los chakchiquiles y el drama Rabinal Achí.
La literatura azteca
La lengua náhuatl no llegó a tener un sistema de escritura fonética como la maya pero, gracias a la tarea de Fray Bernandino de Sahagún (siglo. XVI) y de escribas aztecas, la mayor parte de su rica literatura pudo ser preservada del olvido y la destrucción. Así, muchas narraciones de origen mítico, como La guerra de los soles donde se cuenta cómo Quetzalcóatl llega al país de los muertos, se pudieron conservar.