conclusión del guardagujas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
lugar donde se guardan agujas
Respuesta:El guardagujas” es un fragmento de Confabulario (1952), que, junto con Bestiario (1958), conforman los textos más representativos de Juan José Arreola. En el primero se integran audaces propuestas vanguardistas en la tradición clásica española que permiten adentrarse en la prosa aguda del autor y su humor.
Este texto puede considerarse un cuento o ficción breve. No obstante, Arreola creó para sí un género nuevo llamado “la varia invención”, que utilizó para nombrar de manera homónima otro de sus libros. Me parece importante definir lo que es la varia invención y dejo una cita de Felipe Vázquez en su análisis de este tema en “Juan José Arreola y el género ‘varia invención’”:
La varia invención es un género abierto, o mejor: un género cuya naturaleza radica en la apertura. A semejanza de la novela, puede albergar infinidad de formas, puede carnavalizar incluso un texto de árida exposición científica y puede adquirir una forma antiliteraria; pero a diferencia de la novela, tiene que ser breve. Una brevedad cuya tensión sostenida se logre a partir de un lenguaje afilado y estricto. Aquí no se permite el lenguaje edulcorado o “poético” -el preciosismo verbal quizá no oculta más que la oquedad de quien no tiene nada que decir-, pues en la varia invención el lenguaje se propone pulsar las cuerdas de la poesía (2006).
Vázquez también menciona que la belleza de estos tipos de textos se logra a partir de la resta, no de la suma retórica. Arreola utiliza en sus textos un lenguaje claro y limpio que oculta ironías y laberintos. Es por esto que, para fines de este comentario, se referirá al “El guardagujas” como varia invención.
Esta varia invención trata de un hombre que llega a una estación buscando abordar el tren que lo lleve a T. Pero el guardagujas le advierte que es casi imposible que llegue al día siguiente a ese lugar pues los trenes no pasan, no se mueven y, a veces, hasta abandonan a los pasajeros en supuestas paradas turísticas cuando se llenan los vagones. El guardagujas le explica a X con lujo de detalle los inverosímiles problemas que se tienen al tratar de abordar un tren y al estar viajando en uno. El tema de “el guardagujas” es el absurdo del sistema o de algunas instituciones y se representa en la ironía de la inefectividad del servicio ofrecido a los clientes, y en el lenguaje, en los detalles exactos e inverosímiles que se le proporcionan a X.
La estructura de esta obra puede ser determinada por la forma: en la parte de introducción y la de conclusión, hay un narrador omnisciente, mientras que en todo el desarrollo desaparece y es un largo diálogo entre los dos únicos personajes.
Por otro lado, el diálogo se puede dividir por los temas relacionados con el tren y sus problemas: la situación actual (no pasan los trenes, la deficiente infraestructura), los viajeros (gastan mucho dinero comprando boletos, problemas de agresividad), problemas dentro del tren (división de clases, muertes en el tren), la creación de pueblos por parte de los viajeros (accidentes, el relato de T., el abandono de los viajeros, las ventajas de estos poblados), y las acciones por parte de la empresa (el engaño a los viajeros por las estaciones falsas o por el falso movimiento, espías).
Comenzando con la introducción de la varia invención, todo parece indicar que será un relato realista pues presenta a X como un forastero que espera su tren e incluso al inicio del diálogo parece serlo, hasta que el guardagujas le dice que lo único que le hace falta a los ferrocarriles es pasar por las estaciones. Es en esta parte cuando empieza a parecerse más a cuadro de costumbres, en el que se exponen lo que se acostumbra hacer para subir a un tren o durante el viaje. Sin embargo, lo que sucede se vuelve totalmente ridículo e imposible, lo cual nota X, pero al guardagujas le parece normal.
El primer elemento que se revela sobre los trenes es que no pasan y el estado de los rieles en algunos pueblos, después se habla sobre los boletos y el dinero que se extrae de ellos, dejando a los viajeros sin grandes cantidades de dinero con las cuales la empresa realizará otro trayecto ferroviario. Luego hablan sobre la distinción de clases en el tren, que se ve en la adición de un vagón capilla y un vagón cementerio y en el acomodo de los viajeros cuando el trayecto no tiene un riel. Es entonces cuando se cuenta la historia de la aldea F., creada a partir de un accidente que dejó varados a los pasajeros. Se explica un poco más la deficiente infraestructura con el relato sobre el puente faltante. También se describe la desesperación y agresión de los viajeros cuando por fin pasa un tren por la estación; y las acciones por parte de la empresa que incluyen las estaciones falsas para liberar vagones sobresaturados, la implantación (y fracaso) de policías en las estaciones y de escuelas para los viajeros; y los espías.