Derecho , pregunta formulada por nicolmosquera99, hace 1 mes

Conclusión de la Ley 1257 de 2008​

Respuestas a la pregunta

Contestado por edwin3144
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Respuesta:

En los últimos veinte años, la violencia contra las mujeres ha estado presente en la agenda pública nacional e internacional. Los tratados internacionales, los desarrollos normativos locales y nacionales y el desarrollo de políticas públicas que tienen como centro una vida libre de violencia para las mujeres son ejemplo de estos avances 3 (1, 2, 3, 4). En estas décadas de trabajo se ha identificado la importancia de abordar este problema de forma integral. ¿Por qué? Porque las causas de la violencia contra la mujer son multifactoriales, las afectaciones trascienden la esfera física del golpe y porque la atención debe ser interdisciplinaria. Así mismo, las consecuencias de este tipo de violencia afectan a las mujeres en múltiples esferas.

En Colombia, la Ley 1257 de 2008 reconoce la importancia de llevar a cabo acciones coordinadas entre las distintas entidades que hacen parte de los procesos de información, prevención, orientación, protección, sanción, reparación y estabilización de los derechos de las mujeres víctimas de violencia. Asimismo, establece medidas específicas en el ámbito laboral, familiar y de la salud.

De acuerdo con esto, una visión integral de la violencia contra las mujeres debe incluir un análisis de factores educativos, económicos, culturales, políticos y de salud. Un ejemplo de este abordaje integral es el análisis que desarrolla Julieta Lemaitre sobre la incidencia de los títulos de propiedad de las viviendas sobre la violencia, cuando estos son compartidos entre hombres y mujeres o están en nombre de mujeres, sin importar el nivel de ingresos de la familia, hay menos violencia (5). Asimismo, Frieddeman estudió la incidencia de la alfabetiación judicial de las mujeres en la reducción de violencias y observó que las mujeres que conocen sus derechos y que están empoderadas políticamente tienen menos riesgo de ser víctimas de violencias (6).

En otros contextos, también se han investigado factores como el empoderamiento económico y su efecto en la ocurrencia de hechos de violencia contra las mujeres, donde el rol de estas en la toma de decisiones económicas dentro del hogar se estudia como un factor que incide en el riesgo de sufrir violencias (7). Otro ejemplo es el estudio de la educación que recibe el personal de salud con respecto a la identificación, atención y reporte de casos de violencia contra las mujeres. Se piensa que incluir información acerca de cómo identificar las violencias, sus causas y consecuencias dentro del currículum de carreras afines a la salud puede ser una forma de mejorar la atención y prevención de casos de violencias (8).

Se han realizados estudios de carácter cuantitativo y cualitativo, lo que ha aportado a la comprensión del problema desde distintas perspectivas. Esta edición de Ciencias de la salud contiene dos artículos que contribuyen a esta necesaria mirada integral desde el campo de la salud. El primero es “Violencia contra la mujer: levantamiento de casos registrados en una Comisaría del Estado de Minas Gerais” de Caetano et al., donde las autoras realizan una investigación para recoger estadísticas descriptivas con el fin de caracterizar a las víctimas de violencia contra la mujer y a sus agresores (9). El estudio arroja un perfil de mujeres víctimas de violencia jóvenes y adultas entre 20 y 49 años, hombres victimarios en el mismo rango de edad y en su mayoría cónyuges o excónyuges de las víctimas.

Los hallazgos de esta investigación concuerdan, en gran parte, con las cifras que se conocen para la ciudad de Bogotá, en cuanto a los perfiles de las víctimas, el sexo de los agresores y los tipos de violencias ocurridas. Sin embargo, los datos no concuerdan en cuanto a diferencias en la ocurrencia de hechos violentos contra las mujeres, según el día de la semana. Si bien, las autoras no encuentran consistencia en los días de la semana en los que más ocurren hechos de violencia, en Bogotá los domingos son el día en el que más se reportan casos de violencia de pareja 4 . Este comportamiento sugiere que el consumo de alcohol los fines de semana incide en estos hechos violentos, consistente con lo que señalan Caetano et al. en su estudio de una Comisaría de Familia en minas de Gerais, en el que encontraron que el 25 % de los agresores estaban alcoholizados en el momento de la agresión. Conocer la influencia de factores como el consumo de alcohol es de utilidad al momento de plantear un acercamiento multidimensional al fenómeno, por ejemplo, es posible que una campaña de reducción del consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas sea la mejor forma de luchar contra la violencia al interior de la familia.

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