¿Con qué otras formas de discriminación se cruza la discriminación por ser de género femenino?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Aunque la mayoría de personas quiere educar a sus hijos e hijas en valores como la tolerancia y el respeto y potenciar una mentalidad abierta, es habitual transmitirles diferentes roles a través de algo de lo más común en los niños y las niñas: el juego como recurso lúdico y los juguetes.
Recordemos que es a través de esto como los pequeños adquieren valores y empiezan a ver cuál es su papel en la sociedad y qué actitudes se espera de ellos: deporte, actividad, competitividad; tareas domésticas, muñecas, sumisión para las niñas, etc.
El juego es un recurso que les plantea pequeñas realidades paralelas que les enseña a comportarse y a poner en práctica los principios de convivencia en un determinado grupo social al que pertenecen.
Esos son los valores que se desprenden de los juguetes que podemos encontrar en la mayoría de establecimientos. Todo lo relacionado con las tareas del hogar, con el cuidado de los niños y las niñas, con la belleza o con la moda va dirigido a las niñas, en un lenguaje claramente sexista que las incita a mantenerse dentro del ámbito del hogar y a perpetuar otros estereotipos similares.
En cambio, a los niños se les ofrece un rango de juguetes mucho más amplio —coches, pelotas, juegos mecánicos— que los encaminan hacia actividades profesionales. ¿Te lo habías planteado de este modo?
Los hombres trabajaban fuera de casa y ganaban dinero para mantener a la familia, mientras que las mujeres se dedicaban a las tareas domésticas y al cuidado de los hijos e hijas o a actividades económicas menores alineadas con el papel de cuidadora. No te resulta ajeno, ¿verdad?
Eran los hombres quienes gozaban del acceso a la educación y al conocimiento. La mujer, por su parte, quedaba excluida por no tener ese mismo bagaje. El poder que los hombres ostentaban no solo se manifestaba a nivel colectivo, sino también en el núcleo familiar, el cual se veía potenciado por la dependencia económica de la mujer.
A raíz de este punto es que nacen las reivindicaciones feministas para la liberación femenina, la lucha por el acceso a la educación, la igualdad laboral, entre otras que nos han permitido avanzar hacia una mayor igualdad de género.
Explicación:
Como vemos, todavía mantenemos ciertos esquemas mentales que se corresponden con una concepción social que mantiene la discriminación de la mujer y hace que no consigamos alcanzar una igualdad plena.