¿Con que fin se inventaron las leyes y cual debe ser la máxima de un buen gobernante?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
holabs bshwjwusgshbdhgdsgaffahwbwtw
A lo largo de toda la historia del pensamiento político se encuentra
insistentemente la pregunta: «¿Qué gobierno es el mejor, el de las
leyes o el de los hombres? Las respuestas alternas a esta pregunta
constituyen uno de los capítulos más significativos y fascinantes de
la filosofía política.
Para empezar, bueno será darse cuenta de que esta pregunta no
debe ser confundida con aquella otra, no menos tradicional, relativa
a cuál es la mejor forma de gobierno. Desde la famosa disputa de
los tres príncipes persas, narrada por Heródoto y referente a si es
mejor el gobierno de uno, de pocos o de muchos, la discusión sobre
la mejor forma de gobierno siempre se ha enderezado hacia la contraposición, respectivamente, de las virtudes y defectos de la monarquía, de la aristocracia y de la democracia y, eventualmente, a la
superación del contraste a través del bosquejo de una forma de
gobierno que tenga en cuenta las tres, o sea, el llamado gobierno
mixto. Esta disputa asume como criterio de juicio y de elección el
número de gobernantes. Pero cada una de las tres formas tiene su
reverso de la medalla en una forma mala: la monarquía, en la tiranía; la aristocracia, en la oligarquía, y la democracia, en la oclocracia, o gobierno de la plebe. Ello implica que para formular un juicio sobre la mejor forma de gobierno se ha de tener en cuenta no
sólo cuáles y cuántos son los gobernantes, sino también su modo de
gobernar.